El austriaco Felix Baumgartner, que asombró al mundo entero al lanzarse desde desde la estratosfera hacia la Tierra, murió este jueves 17 de julio en un accidente de parapente.

Baumgartner desafió los límites de lo humano al saltar en octubre de 2012 desde los confines de la atmósfera, a 39.000 metros de altitud (a manera de referencia, los aviones comerciales suelen volar a un máximo de 12.000 metros), una hazaña aplaudida en todo el mundo y que batió varios récords.
El austriaco también fue la primera persona en cruzar el canal de la Mancha (entre Francia y Gran Bretaña) sin ayuda motorizada. Realizó múltiples acrobacias por todo el orbe, hasta que este jueves, a los 56 años de edad, finalmente algo salió mal.
Según reportan medios como La Vanguardia de España y DW de Alemania, Baumgartner se encontraba haciendo parapente en la costa del Adriático, en Italia, pero perdió el control del aparato y se estrelló contra la piscina de un complejo hotelero.
Al parecer, durante la caída se llevó por delante a una persona que estaba en tierra, aunque los reportes preliminares indican que solo el austriaco falleció.
En años recientes, Baumgartner anunció que se retiraba de los deportes extremos, luego de varias décadas desafiando las leyes de la física y poniéndose en todo tipo de peligros. Por ejemplo, en su salto desde la estratosfera llegó a alcanzar los 1.357 kilómetros por hora, un récord que todavía está vigente.
Después de saltar desde un globo especial, el austriaco permaneció en caída libre en aquella publicitada aventura del 2012 (con el auspicio de la marca Red Bull) sin ningún soporte durante más de cuatro minutos, enfrentado a falta de oxígeno y pérdida momentánea del conocimiento.
Luego de los cuatro minutos se abrió el paracaídas para completar en total nueve minutos y 20 segundos de suspensión, en los cuales el mundo contuvo la respiración. Fue el primer saltador en romper la barrera del sonido.
Aquella oportunidad logró rozar el cielo y caer sin problema. Pero de alguna forma, su destino y el final de su vida quedaron marcados para siempre por las alturas.
