Leipzig, Alemania (DPA). Cada año se hacen grandes esfuerzos en el motociclismo para mejorar las medidas de seguridad en los circuitos, pero nada es infalible: la muerte del japonés Shoya Tomizawa, producida ayer en el circuito de Misano, demuestra que las motos siguen siendo un deporte de riesgo.
Tomizawa, de 19 años, se fue al suelo en la vuelta 12 del Gran Premio de San Marino. El accidente en sí no hubiese tenido demasiadas consecuencias, pero el italiano Alex de Angelis y el británico Scott Redding iban demasiado pegados por detrás al japonés. Lo pasaron por arriba a altísima velocidad.
El joven japonés es el primer fallecido en una competición de máximo nivel desde Suzuka 2003, donde su compatriota Daijiro Kato perdió la vida, pero no es el primero teniendo en cuenta otras categorías menores: la semana pasada, el estadounidense Peter Lenz, de apenas 13 años, falleció al ser también pisado por un rival de 12 años durante la vuelta previa de una carrera junior corrida en Indianápolis.
“Todos los protagonistas abandonaron Misano con lágrimas en los ojos y la sensación de que, dentro de 15 días, les puede tocar a ellos”, escribe hoy el diario español El Periódico de Catalunya. El deportivo As culpó a “la mala suerte” de lo sucedido. “No ha habido ni negligencia ni dejadez”.
Ahí es donde la realidad vuelve a poner sobre el tapete que, por más medidas de seguridad que se tomen, el riesgo viaja subido a cada moto. “En las carreras, como pilotos que somos, sabemos que lo que pasó con Tomizawa siempre es una posibilidad”, señaló en su columna de As el estadounidense Kevin Schwants, excampeón del mundo.
Las compañías proveedoras de la categoría intentaron durante décadas hacer más seguro el motociclismo. Los pilotos tienen hoy varias almohadillas y protectores en su traje para amortiguar los impactos contra el asfalto al caerse a más de 200 kilómetros por hora.
También se utilizan airbags, y el HANS, el sistema que da seguridad a la cabeza y el cuello, desarrollado en la Fórmula 1, llegó también al deporte de las dos ruedas.
Las medidas se comprobaron satisfactorias. Simplemente los datos de 2010 sirven de muestra: la mayor parte de los 507 accidentes producidos durante la presente temporada se saldaron con lesiones menores.
Darío Artico, portavoz de la marca de fabricación de trajes Dainese, dijo que el pecho y el abdomen siguen siendo las zonas más críticas del cuerpo ante un accidente.
“Por supuesto nos gustaría tener un 100 por ciento de protección para los motociclistas pero, ¿no se sentirían entonces todos los corredores invencibles y actuarían como Superman?”.