Le Mans, Francia (AP). Marc Gené y Peugeot ganaron el domingo las 24 horas de Le Mans, rompiendo una racha de cinco triunfos consecutivos de Audi en la carrera de resistencia más famosa del mundo.
El español Gené y los pilotos de apoyo David Brabham de Gran Bretaña y Alexander Wurz de Austria completaron 382 vueltas en 24 horas, una más que el Peugeot número 8 conducido por el trío de franceses integrado por Sebastien Bourdais, Franck Montagny y Stephane Sarrazin.
Gené, cuyo Peugeot número 9 de motor diesel fue uno de los pocos vehículos en disfrutar un recorrido sin problemas, dijo que ganar la carrera es lo que más he gozado en mi vida, con una gran emoción en la última vuelta.
Nunca había tenido una sensación igual en una carrera... se me salieron las lágrimas, agregó.
Es la segunda ocasión que Wurz triunfa en Le Mans, después de que en 1996 ganó a bordo de un Porsche.
Los dos Peugeot se mantuvieron en una dura contienda con el Audi número 1 hasta la hora 21. El Audi tuvo que detenerse en los pits en dos ocasiones separadas sólo por un lapso de algunos minutos: primero el británico Allan McNish se detuvo a cambiar un volante, y luego el copiloto Rinaldo Capello hizo alto con el fin de reparar un problema en el motor.
McNish, Capello y el danés Tom Kristensen, quienes eran los campeones, terminaron en tercer sitio, a seis vueltas del Peugeot número 9.
Peugeot se esforzó por mejorar la confiabilidad de sus bólidos, mientras que Audi desarrolló un modelo más veloz, el R15, para reemplazar al antiguo R10. Pero el cambio no le redituó a la compañía alemana.
Los vehículos Peugeot fueron más consistentes, admitió el director de Audi Sport, Wolfgang Ullrich. Nunca pudimos conseguir un buen ritmo en las primeras horas de la carrera.
El alemán Stefan Mucke y los checos Jan Charouz y Thomas Enge llegaron en cuarto lugar, a nueve vueltas de distancia. Su Lola Aston Martin número 007 fue el mejor carro propulsado por gasolina, pues los Peugeot y los Audi funcionan con diesel.
Nuestro equipo fue tan criticado el año pasado que es una bonita venganza, dijo el director de Peugeot Sport, Olivier Quesnel. Hoy estoy muy orgulloso de mi equipo.