Luego de cerrar un ciclo como jugador de Saprissa, en octubre del 2012, Kraesher Mooke armó su equipaje y se fue a Estados Unidos para jugar en la North American Soccer League (NASL), una especie de segunda división en aquel país.
kenneth.hernandez
Estuvo seis meses con el Atlanta Silverbacks, y después, no encontró más oportunidades en el fútbol, por lo que se trasladó a Fort Lauderdale, y de ahí, a Miami. Precisamente, en este último sitio encontró trabajo en un exclusivo hotel llamado Mandarin Oriental.
“En Estados Unidos usted no puede quedarse de brazos cruzados esperando que le llegue algo. Me salió la oportunidad de trabajo y la asumí porque tengo mis responsabilidades”, dijo.
“Al principio, fue un poco duro. Como les dije a algunos amigos, el trabajo en el fútbol era de dos horas y media; ahora, tener un horario de ocho o nueve horas provoca que en algún momento el cuerpo lo resienta. Pero, la verdad, la adaptación ha sido muy buena”, agregó en la charla con La Nación.
Mooke, quien tiene 32 años, asistió a la Copa del Mundo Infantil Trinidad y Tobago en el 2001 donde jugó, entre otros, con Christian Bolaños, Rándall Azofeifa, Gabriel Badilla y Armando Alonso. En Primera, militó, aparte de la S , con Limón, Santos de Guápiles y Brujas FC.
El exlateral explicó que él se desempeña en el departamento de Ingeniería del hotel, donde le corresponde estar pendiente del funcionamiento total del lugar, especialmente del área eléctrica de 326 habitaciones.
“No soy ingeniero, pero me han capacitado para cumplir mis funciones. Es un trabajo diferente, mas me he acoplado bien. El fútbol se acaba en cualquier momento, pero la experiencia que estoy acumulando en esta posición me da para muchos años más. Solo con el nombre del hotel, podría aplicar en otros trabajos”
Mooke afirmó que las condiciones económicas no eran llamativas para jugar más; de ahí que lo mejor era dedicarse a labores que le garanticen un futuro.