Luis Paulino Siles traza su futuro

Luis Paulino Siles Calderón, presidente de la Comisión de Arbitraje, tiene entre sus planes inmediatos mejorar el nivel de escolaridad de los silbateros, favorecer la aparición de nuevos valores y sistematizar la capacitación.

El jerarca respalda esa tesis tras cuatro décadas de estar vinculado al mundo de la aplicación de justicia en balompié local e internacional.

En conversación de 55 minutos con La Nación, Siles Calderón, quien durante su carrera dirigió los juegos de Brasil-Escocia y Bélgica-Polonia en el Mundial de España (1982), trazó sus bocetos de lo que debería ser el futuro del gremio a su cargo.

–¿Cuál fue el principal problema que encontró cuando llegó a la Comisión?

–Una falta de unidad en la aplicación de la reglas. No existía homogeneidad, unos pitaban de una manera y otros lo hacían a la inversa.

–¿Y qué se hizo para solucionar ese problema?

–La unificación solo se logrará con la experiencia pero de momento se tomaron algunas medidas. Primero hicimos saber cuales son los criterios que sigue la Comisión para que todo estemos bien claro.

"En segundo lugar esas órdenes se analizan en conjunto y; por último, enviamos visores a los juegos.

–Durante mucho tiempo se habló de rencillas en ese grupo, ¿esa división aún persiste o logró superarse?

–Este es un gremio muy especial. Lo conozco con conocimiento de causa desde hace 45 años. No digo que los problemas estén ausentes pero hemos combatido el compadrazgo.

"La gente debe entender que lo único que vale para salir adelante es la capacidad que demuestre cada domingo.

–¿Cuál es el tipo de árbitro que la Comisión quiere?

–Debe ser una persona preparada intelectualmente. Por lo menos con el bachillerato de secundaria. En este momento un 15 por ciento de los jueces no tiene ese título.

–¿Cómo piensa superar ese escollo?

–Establecimos un convenio con el programa de educación para adultos del Ministerio de Educación; además, tenemos listo un diplomado de año y medio con énfasis en arbitraje que impartirá la Escuela de Ciencias del Deporte de la Universidad Nacional.

–A veces los informes arbitrales contienen cantidad de errores ortográficos y problemas de redacción ¿Qué se está haciendo para que esos documentos sean mejor elaborados?

–Tenemos una unidad responsable de vigilar que eso no suceda. La instrucción que giramos es que los informes deben ser claros y precisos porque un informe mal escrito puede conducir al error y a una decisión equivocada.

–¿Continuará la política de congelamiento de los árbitros con malas actuacione?

–Definitivamente, sí. Un árbitro es el amo en la cancha pero no debe olvidar que tiene jefes. Por ejemplo, ahora tenemos en el dique seco durante cuatro fechas a Óscar Hugo Leiva, quien dirigió el juego Puntarenas-Osa, en el Lito Pérez.

"Él permitió que se jugara en una cancha que era un puro barreal y puso en peligro a los jugadores. Lo que se vio en ese día fue una ofensa al futbol.

–¿Estamos a las puertas de un relevo generacional? ¿En cuánto tiempo tendremos árbitros de primera calidad?

–Más que un grupo de relevo diría que hay un reciclaje, porque los nuevos están aprendiendo de los mayores. Creo que en unos 10 meses podremos hablar de una camada nueva y para llegar a la meta final se requerirán de cuatro años.