Los dos gigantes del área no fallaron. México y Estados Unidos volverán a disputar una final de la Copa Oro, en una edición 2025 que tuvo sorpresas, emoción y entrega, pero que terminó con los mismos protagonistas de siempre: los favoritos.
Este domingo 6 de julio, el NRG Stadium de Houston será el escenario de una nueva edición del clásico de la Concacaf, con la Selección Mexicana buscando su décimo título y los estadounidenses en busca de revancha tras ceder el trono en 2023.
Estados Unidos, sin sorpresas pero con susto
En la primera semifinal, disputada en el City Park, Guatemala ilusionó a su gente con un partido valiente y sin complejos. Sin embargo, los errores puntuales le costaron caro. Diego Luna fue la figura del encuentro al firmar un doblete antes del minuto 15, aprovechando primero una desatención de Kénderson Navarro y luego un pase filtrado para definir con clase.

Los chapines reaccionaron, se adueñaron del balón y generaron peligro, pero les faltó contundencia. Fue hasta el minuto 80 que Olger Escobar marcó un golazo para ponerle drama al cierre. Guatemala empujó con todo, pero el muro estadounidense resistió y selló el boleto a la final.
México impuso su jerarquía
En la otra llave, México fue paciente y efectivo. En Santa Clara, la escuadra dirigida por Javier Aguirre derrotó 1-0 a Honduras con un solitario gol de Raúl Jiménez, quien aprovechó una gran asistencia de Gilberto Mora al minuto 50.
Los catrachos, que venían de eliminar a Panamá en penales, buscaron romper su maldición semifinalista (cinco veces eliminados en esta instancia), pero nuevamente se quedaron cortos. México controló los ritmos del partido, cerró espacios y sostuvo el resultado para sellar su pase.

Una final con historia y tensión
Estados Unidos y México disputarán su octava final directa en la historia del torneo. Hasta ahora, el balance favorece al Tri, que ha ganado 5 de las 7 finales previas (1993, 1998, 2009, 2011 y 2019), mientras que Estados Unidos se impuso en 2 (2007 y 2021).
Este domingo, a las 5 p. m., una vez más, se escribe un nuevo capítulo del duelo más predecible de la Concacaf.
