Burdeos (Francia). El holandés Servais Knaven, del Quick Step, ya tiene en su palmarés una etapa del Tour, después de rematar en solitario una escapada que compartió con otros diez corredores desde el kilómetro cero.
Mientras, los favoritos –con Lance Armstrong de amarillo– ahorraron fuerzas para la decisiva contrarreloj del sábado.
Knaven, de 32 años, saltó a 14 kilómetros de la meta y emprendió una veloz galopada que sorprendió a sus excompañeros de fuga, quienes alternaron inútiles ataques que no lograron reducir el medio minuto de ventaja que adquirió el holandés.
Su atrevimiento le supuso la primera victoria en el Tour tras 7 participaciones y 9 años como profesional. Ya tiene una carrera importante para colocar en su historial junto a la París-Roubaix del 2001, su momento estelar.
El ciclista del Quick Step invirtió un tiempo de 3 horas, 54 segundos y 23 centésimas en los 181 kilómetros de la etapa 17, a un promedio de 46,33 km/hora, en una jornada de transición para los favoritos, que disfrutaron de otra competencia tranquila antes de la cita de Nantes.
A 17 segundos entraron los 8 corredores que persiguieron desesperadamente a Knaven, entre los que se encontraba el español Chente García Acosta, del iBanesto.com, quien intentó el despegue en varias ocasiones.
Ritmo infernal
El colombiano Iván Parra, del Kelme, entró a 1.54 y el pelotón encabezado por el australiano McEwen a 8.08. Los favoritos pasaban la página de otra etapa de transición camino de París, pero tuvieron que acelerar porque el ritmo fue infernal desde el principio.
La etapa despertó muy temprano, en el kilómetro cero, cuando muchos no habían colocado ni los pedales en las zapatillas. El grupo de 10, donde también estaban los holandeses Van Bon y De Groot, los italianos Commesso y Bossoni y los franceses Mengin y Clain, salió disparado y nadie se movió para impedirlo.
Ninguno era peligroso para los favoritos y el pelotón ya acusa mucho desgaste.
Los sprinters siguen sin aparecer después del paso de los Pirineos. Equipos interesados en controlar las escapadas, como el Lotto de McEwen y La Francaise des Jeux del maillot verde Baden Cooke, se pusieron tarde el traje de trabajo y solo se dedicaron a evitar una ventaja de escándalo.
Los velocistas tendrán hoy la penúltima oportunidad en la etapa 18, entre Burdeos y Saint Maixent l’Ecole, de 203,5 km. Se prevé otra jornada tranquila y propicia para las escapadas y la llegada masiva si los equipos interesados se lo proponen.