Valencia. Pablo Aimar, probablemente el mayor talento joven del futbol argentino, se lanzó hoy a la conquista de Europa tras incorporares al Valencia luego de negociaciones que se prolongaron hasta bien entrada la madrugada.
Dirigentes de Valencia y de River Plate, el club que vio nacer a Aimar, estuvieron reunidos hasta las 02:30 de la mañana para dar los toques finales a la operación y finalmente anunciaron que habían llegado a un acuerdo.
No se reveló cuánto pagó Valencia, pero se especula que el jugador costó unos 20 millones de dólares y es el más caro en la historia del club. El fichaje más costoso del Valencia hasta ahora había sido el de Rubén Baraja, por quien pagó 11 millones de dólares el año pasado.
``Hemos hecho un grandísimo esfuerzo e incluso hemos rozado los límites por contratar a un jugador espectacular con el objetivo de crear ilusión. Seguro que vale la pena'', declaró el presidente del club Pedro Cortés, según agencias locales.
Aimar pasó el examen médico y fue presentado a sus compañeros y a la prensa hoy mismo. Unos 2000 hinchas se hicieron presentes en el estadio Mesetalla para darle la bienvenida.
``Temí un poco que River y Valencia no llegaran a un acuerdo, pero al final todo se resolvió felizmente'', declaró el jugador, volante ofensivo de 21 años.
``Me gustó cómo me recibieron mis compañeros. Espero ganarme un lugar en el equipo y luego ya veré dónde juego'', agregó.
Aimar se mostró emocionado por declaraciones de Diego Maradona elogiando sus condiciones. ``Diego siempre es una voz autorizada y agradezco sus palabras, aunque puede ser que yo tema también las expectativas que ha creado mi fichaje'', expresó.
Aimar llega a un equipo dirigido por su compatriota Héctor Cúper y en el que brillaron sus compatriotas Mario Alberto Kempes y Claudio López. ``Ojalá deje la huella que dejaron ellos'', manifestó.
El plantel valenciano incluye a otros tres argentinos: Fabián Ayala, Kily González y Mauricio Pellegrino.
Aimar pidió a la prensa que no le digan ``Payaso'', como se lo conoce en Argentina.
Indicó que nunca le gustó ese apodo, que se ganó por su estilo divertido y su desparpajo dentro de la cancha.