Berlín, 7 abr (EFE). - Jens Lehmann, nuevo portero titular de la selección alemana, es en muchos aspectos, una figura absolutamente opuesta a Oliver Kahn, a quien sucederá en la titularidad de la selección alemana tras una larga suplencia de seis años y un duelo abierto por la posición en los últimos 22 meses.
A diferencia de Kahn, Lehmann nunca ha sido una figura adorada por los medios y tampoco se la ha identificado nunca con un equipo alemán concreto, a diferencia de lo que ocurre con el meta del Bayern.
La afición del Schalke, con quien Lehmann ganó la Copa de la UEFA en 1997, es tal vez la que más cerca sintió al portero de la selección.
En el Borussia Dortmund, con quien ganó la Bundesliga en 2002, siempre fue una especie de cuerpo extraño -la afición no terminaba de perdonarle que viniera del Schalke- y sólo en el extranjero, en el Arsenal de Londres, logró convertirse en un ídolo de la hinchada.
En parte, eso se debe a su carácter, claramente más reservado que el de Kahn, y también a su estilo de juego, mucho más sereno y menos espectacular que el del meta del Bayern.
Si Kahn en cada parada parece jugarse la vida, Lehmann pesca balones como si no le costase trabajo alguno y su serenidad parece ser una de sus bazas más fuertes.
Lehmann estuvo como tercer portero en el Mundial de 1998, por detrás de Andreas Koepke y de Kahn, y como suplente en la Eurocopas de 2000 y de 2004 y en el Mundial de 2002.
Antes de la Eurocopa de 2000, Lehmann intentó lanzar un desafío a Kahn reclamando la titularidad pero no sólo se atrajo con ello la enemistad del 'lobby' del Bayern y de parte de la prensa deportiva sino que además se puso bajo presión y empezó a cometer un error tras otro y al final tuvo que quedar agradecido por su mantener al menos su condición de segundo portero.
Durante la era de Rudi Voeller como seleccionador (2000-2004) no hubo discusión alguna y tampoco había razones para ella: Kahn era el titular y Lehmann sólo podía jugar de cuando en cuando uno que otro amistoso.
Tras el traspaso al Arsenal en 2003, sin embargo, Lehmann empezó a vivir un increíble proceso de maduración y cuando Jürgen Klinsmann llegó a la selección optó por darle una segunda oportunidad abriendo la lucha por la titularidad.
Las virtudes que inclinaron la balanza a su favor tienen que ver con su capacidad para jugar fuera de la portería y para empezar acciones ofensivas de su equipo.
Además, a su favor habla la forma como ha madurado su carácter durante sus años ingleses en donde se ha convertido en líder de una joven defensa. EFE
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