
Durante una década vistió orgulloso los colores del Club Sport Herediano y se enamoró tanto del equipo que hoy, junto a su familia, lo defiende de quienes critican a sus dirigentes y sus logros deportivos.
No se formó en sus ligas menores e incluso jugó para uno de sus más enconados rivales, el Club Sport Cartaginés. Sin embargo, en el Día de San Valentín, Óscar Esteban Granados no puede ocultar su amor por la camiseta rojiamarilla.
Un sentimiento que creció con el tiempo hasta el punto de “sacrificar” momentos con su familia por su querida institución.
“La pasión y el amor que siento por el Herediano son inmensos. Es un sentimiento que me ha dado alegrías y tristezas, pero lo que más me embarga es el cariño y el respeto. Es un amor que ha crecido y sigue creciendo cada día más”, confesó Granados, quien se retiró del club en el 2022.
Con el Team, Óscar Esteban ganó 10 títulos, de los cuales ocho fueron de Primera División, además de una Supercopa y una Liga Concacaf.
El exvolante se siente orgulloso de haber jugado en una de las épocas más gloriosas del club, a pesar de que, cuando llegó, la situación era difícil debido a la falta de recursos económicos, hasta la llegada de Fuerza Herediana.
“En lo personal, me enoja mucho que hablen mal del Herediano. Por eso siempre trato de aportarle al equipo. Ahora, como preparador físico, les inculco a los más jóvenes ese amor y esa pasión, porque los heredianos siempre queremos que el equipo esté bien”, enfatizó Granados.
Esteban Granados y su responsabilidad
El mundialista de Brasil 2014 explicó que su rol como capitán lo llevó a tomar decisiones difíciles, como perderse momentos importantes con sus seres queridos. Sin embargo, su familia entendió que lo hacía por el cariño y respeto hacia su club.
“Todo lo que he hecho por el Herediano es por amor y responsabilidad, no lo veo como un sacrificio. Por amor a esta camiseta y por estar concentrado para un partido, me perdí el nacimiento de mi hija menor, Leonela, así como los cumpleaños de mi esposa Fiorella Alvarado, mi mamá y mi papá”, expresó Granados.
Óscar Esteban también recordó que tampoco estuvo presente en el nacimiento de su hija mayor, Dariela, pero en esa ocasión fue por estar concentrado con la Selección Nacional.
“No estuve presente en el nacimiento de mi hija mayor por responsabilidad con la patria. En el caso del Herediano, para mí era fácil pedirle permiso a Jafet (Soto), pero sentía que tenía un compromiso con la institución que me da de comer. Por amor, sentí que debía ser así, y mi familia lo entendió”, agregó Granados.
El hecho de continuar en el Herediano como preparador físico y en las ligas menores ha hecho que su pasión y amor por el club crezcan día a día. Estar en la cancha, sufriendo y deseando que el equipo gane, sin importar la categoría, es algo que sigue viviendo con intensidad.
“Ese amor por el Herediano se lo inculqué a mi esposa y a mis hijas, que saben lo que significa amar a esta institución. Ellas, junto con mi esposa y mis padres, son súper fanáticas del equipo. Mientras yo siga ligado al club, ese amor seguirá creciendo”, destacó Granados.