Rotterdam (Holanda). Aquel campeón sin corona de los años 70, recuperó ayer su esencia de naranja mecánica y pulverizó a Yugoslavia por 6 a 1, con cuatro rúbricas de un Patrick Kluivert esplendoroso, quien aprovechó en la red justamente las únicas ocasiones que le ofreció el dios del juego, en esta corta historia de 90 minutos.
El delantero del Barcelona logró en un solo encuentro tantos goles como llevaba el hasta ayer máximo goleador de la Eurocopa, el yugoslavo Savo Milosevic. Sumados a los dos que había conseguido, ubican a Kluivert como el goleador del torneo en el Viejo Continente.
Pero si Kluivert rayó la perfección, el resto del equipo holandés no le anduvo a la zaga; Holanda por fin demostró todo el potencial que atesora y convirtió la defensa yugoslava en un queso de gruyere lleno de agujeros por los que entraban constantemente futbolistas vestidos de naranja.
Edgar Davids se transformó por un día en Johan Neeskens, y se comió él solo todo el centro del campo y Dennis Bergkamp puso la calidad y la maestría de Johan Cruyff. Ambos jugadores, molestos porque precisamente Cruyff, el mejor jugador holandés de todos los tiempos, había criticado su juego, respondieron al gran maestro desde el campo, con un partido extraordinario.
Pero es que Bosvelt y Numan desbordaron una y otra vez como carrileros por las bandas y Zenden, criticado en el Barcelona, penetró con su velocidad en infinitas ocasiones por la izquierda.
Yugoslavia solo dio la cara durante los primeros 15 minutos, lo justo para dar el susto de la tarde en una gran jugada de Milosevic, que dejó totalmente solo a Mijatovic, cuyo disparo acertó a detener Van der Sar.
Fiesta en la red
Pero a partir de entonces llegó el festival ofensivo holandés. Primero fue un disparo de Bergkamp que paró Krajl, luego una espléndida asistencia de Davids a Bergkamp, cuyo misil también detuvo el guardameta yugoslavo, y posteriormente Bergkamp le devolvió un pase magistral a Davids, quien envió fuera el balón.
Todo ello sucedió en poco más de cinco minutos, hasta que Kluivert marcó el 1 a 0 en el minuto 24. El delantero recibió otra asistencia de libro de Bergkamp por alto y realizó un control que le dejó totalmente solo para batir a Krajl.
El juego de Holanda siguió siendo espectacular, de manera que Zenden, Numan y de nuevo Zenden pudieron aumentar la ventaja. Finalmente, el 2 a 0 llegó otra vez de la mano de Kluivert, tras recibir otro servicio de gran clase de Edgar Davids.
En la segunda mitad, a Holanda le bastaron los primeros 10 minutos para arrollar a Yugoslavia. Y de nuevo fue Kluivert el que marcó hasta redondear sus cuatro goles.
Esta vez, el delantero de la nueva "naranja mecánica" solo tuvo que empujar el balón a la red, en dos pases de la muerte que recibió, primero de Numan y luego de Zenden.
Kluivert recibió la gran ovación cuando fue sustituido en el minuto 60 y en la última media hora el juego holandés decayó algo, aunque Overmars tuvo todavía tiempo de poner el 5 a 0 y el 6 a 0 en el marcador, primero a pase de Bergkamp y luego tras recoger un balón enviado al poste por Cocu.
Savo Milosevic consiguió el gol del honor de Yugoslavia, ya en tiempo de descuento, y se despidió del torneo como segundo máximo goleador provisional, con cinco tantos, uno menos de los conseguidos por Kluivert.