México (AFP). El delantero de origen argentino Guillermo Franco prometió hoy al arribar a México para vincularse al club Pachuca que, quería olvidar agresiones sufridas por allegados en el 2010 y reconciliarse con la afición mexicana.
"Fuimos agredidos físicamente y eso no se le desea a nadie, pero las cosas que sucedieron ya pasaron", comentó Franco a la prensa local poco después de su llegada al aeropuerto internacional en la capital mexicana.
Franco debutó en el fútbol mexicano en el 2002 pasando por el Monarcas de Morelia y los Rayados de Monterrey. En 2004 se nacionalizó y eso, más un buen desempeño, lo llevó a la selección en dos ocasiones, para los mundiales del Alemania-2006 y Sudáfrica-2010.
No obstante, la afición y la prensa no quedaron conformes con su papel en Sudáfrica y el mismo Franco denunció agresiones físicas a personas allegadas, resultando en su decisión en el 2010 de retornar a su país natal Argentina.
"El que estemos aquí demuestra que no guardamos rencor hacia este país. Amamos a su gente y yo vengo a trabajar con el Pachuca", manifestó el jugador, quien lamentó no haber logrado mejores resultados con la selección a pesar de que "siempre he dado todo".
El atacante, de 35 años, pidió respeto, tanto a los aficionados como a la prensa."Espero de la gente lo mejor, no que me estén ovacionando, pero sí respeto por alguien que dio todo a la selección".
Franco se une al Pachuca luego de un paso por el Vélez de Argentina.
El torneo mexicano arranca este fin de semana con los Tigres poniendo en juego el título obtenido en el Apertura 2011 y que les costó más de 29 años de espera, en medio de una agenda complicada que se suma a la participación de varios clubes mexicanos en la primera fase de la Copa Libertadores de América.