
Mientras revisaba los contratos de los jugadores y posibles refuerzos para la próxima temporada, junto al técnico César Alpízar y en presencia de Felipe Medina, dueño del Puntarenas FC, Héctor Trejos recibió una llamada en la oficina del club que lo impactó.
El gerente del cuadro porteño, en medio del calor del mediodía, se quedó frío cuando el alcalde de Puntarenas, Rándall Chavarría, le dijo vía telefónica: “Héctor, hay un problema: parece que van a cerrar el estadio por orden del Ministerio de Salud”.
Inmediatamente, Héctor compartió la impactante noticia con Alpízar y Felipe Medina, quien le pidió mantener la calma y la serenidad para afrontar la situación, así como buscar una solución que les permitiera jugar en el estadio Miguel Lito Pérez la semifinal ante Alajuelense, este domingo 11 de mayo a partir de las 6 p. m., tal y como estaba programado.
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El dirigente porteño tomó su auto y se dirigió a reunirse con el alcalde puntarenense, pensando que aún había posibilidades de encontrar una solución. Sin imaginar que serían cerca de seis horas de angustia y decepciones, en las que la sensación de impotencia fue su compañera durante el resto del día.
Héctor Trejos, un hombre acostumbrado a los retos, realizó varias llamadas y conversó con distintas personas en busca de soluciones, pero todo fue en vano. A las 2 p. m., funcionarios del Ministerio de Salud habían sellado el estadio Miguel Lito Pérez, dejándolo clausurado y echando por tierra toda la organización del partido.
El dirigente buscó explicaciones sobre las causas de la clausura del inmueble, extrañado porque, apenas dos meses atrás, el mismo Ministerio de Salud les permitió aumentar el aforo del estadio, y el Cuerpo de Bomberos de Costa Rica revisó y avaló las mejoras solicitadas en las graderías, sin hacer mención alguna sobre la reconstrucción de los palcos en el sector sur.
Sin embargo, no había tiempo que perder. Llamó al encargado de prensa del club, Luis Rodríguez, para convocar a una conferencia de prensa y habló con los abogados del equipo para interponer un recurso de amparo ante la Sala IV, mientras dialogaba con la dirigencia de Sporting FC para utilizar el estadio Ernesto Rohrmoser, en Pavas.
Mientras tanto, en San José, la Ministra de Salud, Mary Munive, explicaba en conferencia de prensa los porqués de la medida. Alegó supuestos incumplimientos para mejorar la infraestructura y defendió en todo momento que la dura decisión pretendía evitar un incidente grave en las graderías del Lito Pérez.
Héctor Trejos y su fe inquebrantable
El gerente del PFC tenía claro que el Comité de Competición difícilmente reprogramaría el partido, al no considerarse una situación de fuerza mayor, por lo que era urgente encontrar una solución para jugar ante La Liga, lo cual finalmente se logró al programarse el encuentro a las 7 p. m. en el estadio Ernesto Rohrmoser.
“Sinceramente, fue un sentimiento de impotencia lo que viví durante el día. Los ánimos se le bajan a uno y es duro todo lo que pasó. Pero confiamos en Dios, lo dejamos en sus manos y sabemos que al final existe una justicia divina que nos da pie a seguir adelante, tranquilos y confiando en que todo va a salir bien”, expresó Trejos.
Con una inquebrantable fe en Dios, Héctor Trejos confesó que, después de un largo día, le costó dormirse —quizás por el mismo estrés—, pero finalmente pudo descansar y este sábado estaba listo para afrontar los retos que se le presentaran.
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“Son muchísimas cosas, situaciones que no estaban bien. Hubo momentos en que se querían decir muchas cosas, pero debía prevalecer la serenidad y agachar la cabeza, a pesar de que se violentaron y atropellaron nuestros derechos y el debido proceso, como esperamos demostrarlo ante las instancias correspondientes”, añadió Trejos.
En lo deportivo, Héctor Trejos aseguró que espera ver un equipo luchador, con la misma mística y personalidad que ha venido caracterizando al cuadro chuchequero.
“En el Ernesto Rohrmoser hemos tenido buenos resultados. Con La Liga tenemos una espinita, pues en el Torneo de Copa siento que hubo una falta contra Leonel Moreira, previo al penal, y luego, al minuto 85, otra acción que no se revisó en el VAR. Espero lo mejor del equipo, porque el Barco va que va”, concluyó Trejos.