
Alessio Lava es un nombre que marcó el fútbol costarricense por su historia. Lava fue el jugador que, en 2016, decidió dejar su vida en Italia a un lado para venir, en principio por amor, a Costa Rica, pero además para cumplir su sueño de ser jugador profesional. Su historia, en su momento, cautivó a los ticos y ahora tiene un tercer capítulo, porque el deportista encontró un nuevo talento en su vida.
Desde 2020, el artillero decidió regresar a su natal Florencia, Italia, donde, a raíz de la pandemia por la COVID-19, empezó a notar que a su vida le hacía falta “algo más”. Las dudas comenzaron a atacar la cabeza del deportista, quien empezó a hacerse una pregunta que nunca se había planteado: ¿Qué haré después del fútbol?
La inquietud fue tal que Alessio sintió la necesidad de actuar. Ante esto, no dudó en buscar una nueva profesión y encontró en ser masajista un mundo que lo apasionó y llenó el vacío que sentía.
“Mi experiencia en Costa Rica se había acabado. Me encantó el país, pero al final tuve que pensar en mi situación financiera. Mis tres años en Costa Rica no fueron fáciles en la parte económica...”, mencionó.
“Yo aprendí que no podía vivir del fútbol. Dejé todo por el fútbol: mi familia, mi casa... Pero cuando estuve en Costa Rica, me di cuenta de que no sabía qué haría después del fútbol, entonces empecé a ver cómo resolvía ese dilema”, acotó.
Alessio obtuvo un máster como Masajista Profesional de Bienestar, lo cual le permite realizar 10 tipos de masajes, desde relajantes hasta médicos y deportivos, entre otros.
“Me puse a estudiar en 2020, paré el fútbol por un año y me concentré en obtener un máster como masajista profesional. Empecé a trabajar de inmediato. Me di cuenta de que tenía un don… ¡Vieras que en las manos tenía algo mágico! Porque cuando hacía masajes, la gente empezaba a sentirse bien. Salían de mi estudio y me decían que estaban renovados, eso me puso muy contento”, describió.
En sus cinco años como masajista, Lava explicó que tiene clientes de élite, como jugadores de la Serie A e integrantes de la selección de Italia de atletismo, además de personas de mucho renombre internacional, como escritores.
Alessio dio a conocer que en 2021 intentó volver a jugar, pero su agenda laboral comenzó a llenarse y le consumió el tiempo para entrenar, por lo que, hace un año, a los 33 años, prefirió poner en pausa su carrera deportiva.
Para ayudarse económicamente, el futbolista también realiza sesiones de modelaje.
“Desde los 18 años hice modelaje, también en Costa Rica. He hecho trabajos importantes en Italia, me pusieron en Milán, que es una de las grandes pasarelas del mundo, a hacer trabajos, y la verdad los he disfrutado mucho. Pero esto lo manejo como una fuente extra de ingreso nada más”, acotó.
Alessio guarda un gran recuerdo de Costa Rica, ya que, todavía hoy, un lustro después de su salida, sigue recibiendo mensajes de aficionados de los equipos en los que estuvo, como Liberia, Palmares, Escazuceña.
“Mucha gente de Costa Rica sigue escribiéndome por lo que hice como futbolista, por dejar Italia y lograr mi sueño... Me dieron mucho cariño y eso sigue. Yo estoy muy agradecido. No tengo palabras para describir cómo Costa Rica se metió en mi corazón”, finalizó.
Otra lección que recibió el jugador al venir a Centroamérica y luego regresar fue que se dio cuenta de la importancia de disfrutar de la familia cuando se tiene la oportunidad de gozar de salud.
“Pasé tres años allá y la familia me faltaba. Ahora valoro muchísimo a mi familia porque cuando los tienes cerca no los valoras tanto... Ahora disfruto muchísimo a mis cercanos, yo antes no valoraba así a mi familia. La distancia me dio una lección de vida: hay que aprovechar a la familia cuando la tienes viva”, mencionó.
El italiano fue claro en que en Costa Rica tuvo otra familia que lo trató como un hijo más: los Quiros Herrera, quienes le ayudaron muchísimo en todos los aspectos.

En paralelo a su carrera de masajista, Lava también llevó los cursos para ser entrenador profesional y ya tiene la Licencia D.
“Ahora vivo solo, estoy en un apartamento, soy una persona humilde, normal, vivo tranquilo. Mi mentalidad es de futbolista, entonces quiero soñar, quiero ayudar más... Quiero soñar con la selección de Italia. Me ha pasado la oportunidad de entrar en equipos de fútbol y no es que no lo haré, pero acá en Florencia y Toscana mi nombre está siendo muy reconocido, entonces he pensado en seguir proyectando mi carrera a nivel individual”, puntualizó.
El italiano que consiguió en Costa Rica cumplir un sueño como jugador se reinventó con otra profesión en Italia, donde está consiguiendo gran proyección. En su momento, sus pies hicieron goles; ahora, sus manos hacen lo que muchos consideran los mejores masajes de Florencia.

