
La imperdible frase “¡Llegó el sabor de Thompson!”, del limonense Orlando Thompson Cooper, retumbó en todos los estadios del país.
Su figura era tan reconocida que incluso en eventos oficiales de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) repartió su inconfundible patí y su sabor netamente limonense.
¿Cuál aficionado no probó su singular producto en su bolsita de papel blanca, con dos pastelitos, en el estadio? Era perfecto para “matar el hambre” mientras observaba el partido del equipo de sus amores o para afrontar las penas con el estómago lleno en medio de un mal resultado.
A sus 79 años, Orlando Thompson falleció este domingo en el Hospital San Juan de Dios, confirmó su hija Eli a La Nación. Al parecer, sufrió un tromboembolismo pulmonar que le provocó un derrame pericárdico, debido a que era cardiópata, según explicó.
Llegó a San José gracias al baloncesto que practicaba en su natal Limón, aunque también jugó el softbol. Arribó a la capital para trabajar y forjarse un futuro mejor, pero nunca imaginó que terminaría vendiendo patí.
El Club Sport Herediano lamentó la triste noticia de su deceso mediante sus redes sociales. Fue precisamente en el reducto florense donde comenzó a vender su famoso producto.
“Jugadores, cuerpo técnico y dirigencia se unen al dolor por el sensible deceso de Orlando Thompson, amigo de nuestra institución”, indicó el club florense.
Era habitual observar a Orlando Thompson en el antiguo estadio Eladio Rosabal Cordero y, últimamente, en el estadio Carlos Alvarado de Santa Bárbara, así como en el Rafael Fello Meza de Cartago y en el estadio Ricardo Saprissa.
Años atrás también era infaltable en los partidos de baloncesto en el Gimnasio Nacional, por lo que su inconfundible frase se popularizó en los diferentes escenarios deportivos, donde se volvió tradición el inigualable sabor de la cocina caribeña.
