
En los primeros minutos del segundo tiempo entre la Selección de Costa Rica y el plantel de Nicaragua se dio una acción que generó mucha confusión, sobre todo porque en Nicaragua exigían penal, pero también se dio una falta con fuerza desmedida en la continuación de la jugada.
Ante esto, el central mexicano del cotejo, Marco Antonio Ortiz, recibió la alerta del videoarbitraje y espero el tiempo necesario mientras se analizaban ambas acciones. Esto no es común, pero según el expero arbitral, Greivin Porras, se puede dar.
“Me parece un muy buen manejo de la acción. Ya en la Premier League se vio la revisión de tres jugadas, por lo que a mí me parece que lo hicieron excelente. Hubo que esperar que la revisaran una por una”, afirmó Porras.
El central al final decidió no dar el posible penal, aunque en la siguiente jugada sí cambió la tarjeta amarilla por una roja y mandó a los camerinos al volante nicaragüense, Jason Coronel.
La acción de Coronel fue una barrida por detrás a Alonso Martínez.
La decisión causó sorpresa entre los aficionados locales, que pasaron de esperar un penal a recibir la tarjeta roja de uno de sus jugadores.
