
La paliza de 10-0 que el Bayern Múnich le propinó al Auckland City, en el debut de ambos equipos en el Mundial de Clubes, fue noticia en todo el planeta fútbol, así como también las increíbles historias de los jugadores del conjunto neozelandés, un equipo de carácter amateur cuyos integrantes deben tener otros trabajos para subsistir.
Desde plomeros hasta choferes de autobús conforman la planilla, aunque todas las miradas se centraron en el arquero del Auckland City, Conor Tracey, quien recibió los 10 tantos en una goleada histórica.
Lo más sorprendente es que el guardameta tuvo que pedir vacaciones en su trabajo para poder asistir a la competencia en Estados Unidos. Tracey debió enfrentar a figuras de la talla de Harry Kane, Jamal Musiala, Thomas Müller y Michael Olise. Aunque tuvo algunas buenas intervenciones, no pudo evitar las 10 anotaciones.
Al igual que varios de sus compañeros, Conor Tracey combina el fútbol con un empleo regular en Nueva Zelanda. Trabaja en un almacén farmacéutico veterinario, y para poder participar en el torneo, solicitó cuatro semanas de vacaciones sin goce de salario.
Tracey reconoció que sus jefes aceptaron su ausencia con cierta reticencia. “Puedes verlos mordiéndose la lengua. Creo que hacen todo lo posible por entender, lo cual es bueno. Si tengo una conversación genuina con ellos al respecto, dirán ‘eso es realmente genial”, comentó el portero en una entrevista con el medio ABC de Australia.
“Pero el 80% de las veces son bromas, y el 80% de esas bromas son simplemente: ‘¡Oh, sí, te vas de vacaciones otra vez!”, agregó con humor.
Según el diario australiano, Tracey recibe únicamente $600 mensuales (₡306.500 al tipo de cambio actual) de su equipo. El Auckland City se clasificó al Mundial de Clubes como líder del ranking de la OFC (Confederación de Fútbol de Oceanía), siendo el único representante de esa región.
No obstante, pese a ser el máximo campeón de su confederación, se trata de un equipo completamente amateur.
“Tengo que combinar vacaciones anuales con días sin sueldo. Sufriré un poco con las facturas, pero jugar contra Bayern, Benfica y Boca sin duda vale la pena”, expresó Tracey, quien pudo cumplió el sueño de enfrentar a su ídolo, el arquero alemán Manuel Neuer.
