En la década de los 90′s, los duelos entre Wílmer López y Wálter Centeno fueron un deleite para los aficionados. La calidad de ambos futbolistas generó un debate nacional sobre quién era el mejor volante creativo del fútbol tico. Hubo división de criterios alrededor de la pregunta, pues ambos representan a dos instituciones con un alto número de seguidores. En el banquillo la historia es muy distinta, confiesa el Pato, quien afirma que nunca le dieron un equipo como el que tiene Paté.
López ya vivió la oportunidad de ser el estratega del equipo de su vida en el Invierno 2017, al asumir el puesto luego de la desastrosa época de Benito Floro. La historia terminó con la eliminación tempranera de los erizos, que no avanzaron a la segunda ronda.
“Yo no lo veo similar, yo en la Liga siempre he sido un trabajador, soy un trabajador de planta. Wálter Centeno está llegando como un entrenador. Yo llegué en un momento en el que la institución necesitaba quién tomara las riendas del equipo”, detalló Wilmer López.
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El Pato confiesa que en ese momento asumió el reto de entrenar a Alajuelense, pese a que reconocía la falta de calidad de la plantilla. Asegura que el corazón no le permitía rechazar al club en el que jugó la mayoría de su carrera.
“El equipo que tenía la Liga no era de los mejores, venía siendo muy criticado por muchas cosas y por todo lo que se ha dado. Estoy seguro que no cualquier entrenador hubiera agarrado esa brasa. Yo por ser empleado institucional no podía decir que no, por más que uno supiera que el nivel de equipo que había en ese momento no era el idóneo, o el mejor para uno tomar el riesgo de agarrar la batuta. Uno lo hace por el cariño que le tiene a la institución”, argumentó López.
En ese torneo la Liga finalizó en la quinta posición con 31 unidades, a cinco de la zona de clasificación.
Para ese entonces, los extranjeros con los que contaba López eran Kurt Frederick de Santa Lucía, Jamil Botswain de Trinidad y Tobago, el colombiano Iván Luquetta y el brasileño Iago Soares. Jugadores que no se pueden comparar con los extranjeros manudos del actual plantel o los que tiene Saprissa en sus filas.
“Si hay una gran diferencia, y es que Wálter está llegando a Saprissa con un 90% o 95% de la planilla que llegó a la final en el torneo pasado. Es un buen equipo, no podemos decir que se asemeja al que yo dirigí. Hay mucha diferencia en el nivel que tiene el Saprissa en este momento con la Liga que yo tomé en ese entonces".
El ‘Pato’ y el 'Paté’ han compartido mucho luego de que terminaron su carrera como jugadores profesionales, pues ambos han estuvieron en un proyecto de bien social con la emisora OK Radio, en la que junto a ex jugadores como Alonso Solís, Cristian Oviedo y Mauricio Montero iban a disputar partidos a diferentes zonas del país.
López sabía que en cualquier momento Centeno iba a regresar a su casa como entrenador, pues existía el deseo de la afición y del propio exfutbolista.
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“Uno espera que pueda adaptarse bien. Decir que le vaya bien puede ser contradictorio porque está en el archirrival, pero a título personal uno le desea éxito por la amistad que siempre ha habido. El decir que le vaya bien no quiere decir que Saprissa salga campeón, téngalo por seguro que no es lo que uno desea", explicó López, con una sonrisa.
Al mismo tiempo, el ídolo manudo dice que no sería descabellado que en un futuro Wálter Centeno sea el técnico de la ‘Sele’, pero antes debe demostrar en la S.
Pese a que muchos discuten (hasta hoy en día) quién era el mejor, Wilmer sostiene que la rivalidad se produjo entre la feligresía, pues en la cancha fueron muy cercanos.
“La rivalidad siempre la hizo la gente, entre él y yo hubo una muy buena amistad, una muy buena comunicación cuando tuvimos que compartir como compañeros en selección. Nunca existió una mala vibra entre nosotros. Ya después de retirados hemos seguido compartiendo en diferentes actividades", finalizó el Pato.