
La historia del Mambo Núñez en el fútbol nacional cerró este miércoles con 246 goles en más de 500 partidos, con cinco medallas de campeón nacional y cuatro de goleador del campeonato. No obstante, según sus excompañeros lo que más tienen Víctor Núñez no son anotaciones sino anécdotas.
14 excompañeros de Víctor Núñez conversaron con La Nación para hablar sobre lo que recuerdan de sus momentos en la cancha. Todos coincidieron en que el número 23 de los florenses fue vital para cambiar la cara del Herediano desde el 2010 a la fecha.
Minor Diaz, actual técnico de la UCR, compartió camerino con Núñez en Alajuelense, Herediano y Liberia Mía y recuerda perfectamente las despedidas que le organizaron cuando se iba al fútbol de China.
“Cuando estábamos en Liberia le salió una oportunidad de irse a China. Estaba Pablo Salazar, Harold Wallace, Esteba Sirias y le hicimos despedidas a Mambo, un asado en cada casa. Se fue Víctor y a los tres días regresó porque no le gustó el país”, contó entre risas Minor Díaz.
Sus excompañeros lo recuerdan por que siempre se la creía, dentro y fuera de la cancha, antes o después de los partidos. Su autoconfianza fue una característica fundamental para tener éxito.
“Me acuerdo una vez en Guápiles que iba a jugar con unos tacos todos feos azules, todo mundo lo empezó a molestar y él decía que hasta con tacos feos iba a anotar un gol y en la primera jugada anotó”, reveló Carlos Hernández, quien jugó con Núñez en el Team.
Esa forma de ser contagió a sus compañeros para lograr que el Herediano quebrara una racha de 19 años sin ser campeón nacional, en el 2012.
“Siempre fue un ganador, siempre se creía de los mejores. Siempre que entrabamos a una cancha me decía: ‘Hoy hago par o hago uno mínimo’. Mambo fue un jugador muy bueno y muy completo. Tiene un récord que va a costar que se lo rompan”, mencionó Marvin Obando, lateral de San Carlos.
Esa actitud ganadora de Núñez iniciaba en cada uno de los entrenamientos del equipo, donde a Mambo no le importaba nada más que ganar.
“Me pasó muchas veces que en los colectivos que hacíamos contra los equipos B nos ganaban y yo salía bravo, pero él me decía: ‘Lula, tranquilo, esto siempre pasa así, el domingo ganamos’ y llegaba el domingo y ganábamos”, destacó Cristian Montero, defensor de la UCR.
La época anterior al título del 2012 en el Ebal Rodríguez no fue sencilla para los integrantes del camerino rojiamarillo, pues las derrotas en finales fueron constantes y el título se negaba. En esos momentos fue cuando más apareció la figura de Víctor Núñez.
“Víctor fue una persona que llegó a ayudarnos mucho en el camerino de Heredia que vivíamos situaciones complicadas y como él ya tenía la experiencia de salir campeón con equipos grandes era una persona líder a seguir, siempre positiva”, mencionó José Miguel Cubero, hoy jugador de Alajuelense.
En aquella época, el Herediano atravesó una crisis económica que estuvo al borde de llevarlo a la quiebra en la era trágica de Mario Sotela.
En esos momentos, Mambo lideró un grupo de jugadores para sobrevivir a atrasos salariales y llegó a tal punto de tener que poner dinero para pagar el agua y la luz del Estadio Eladio Rosabal Cordero para que los partidos se pudieran tramitar.
“Fue un muy buen amigo. Aprendimos muchísimo de él. A pesar de que estuvimos en situaciones complicadas, siempre mantenía el buen ambiente”, expresó Daniel Cambronero, portero del Herediano.
Para el 2013, el Herediano cayó 3-1 en el primer partido de la final ante el Cartaginés, pero ahí Mambo sacó su mejor versión y animó a sus compañeros.
“Habíamos perdido y él entró al camerino gritando que así era como le gustaba ser campeón. Pegándole a la pizarra decía: ‘Así es como me gusta ganar estas finales, así sabe más rico, en Heredia les vamos a ganar’”, manifestó Ismael Gómez, volante de San Carlos.
Núñez marcó 17 goles en fases finales con el Herediano. Aparecía en momentos claves, cuando su equipo más lo necesitaba y eso se lo reconocen sus excompañeros.
“Se convirtió en ese jugador letal para nosotros en instancias finales. Podemos decir que nos dio el 50% de varios títulos a punta de goles. Lo defino como un asesino del área”, expresó Esteban Ramírez, volante de San Carlos.
Como persona, Victor Núñez también ha marcado a los jugadores que compartieron una cancha con él.
“Hicimos una gran amistad. Hoy nos da mucha alegría recordar lo que nos tocó vivir. Para mí es un alegría y un orgullo haber compartido tantos años de fútbol con él. Es un hermano que me ha dejado en la vida del fútbol”, dijo José Carlos Cancela, ex jugador.
Una virtud de Núñez es que nunca hizo diferencia entre los jóvenes y los de experiencia. Siempre tuvo la capacidad para darle un consejo a cualquiera para luchar por el bienestar del equipo.
“Más que palabras debo darle un agradecimiento por todo en lo que me ayudó”, argumentó Heyreel Saravia.
Hay jugadores que tienen más de 20 años de conocer a Víctor. Para algunas, la relación quizá no comenzó de la mejor manera, pero terminó siendo un vínculo de amistad enorme.
“A Mambo lo conocí como a los 12 años porque en un partido de divisiones menores quebró a mi hermano. Mi hermano era defensa y en una jugada sin querer fue por el balón y le quebró la mano por inercia. Es un honor y un orgullo haber compartido cancha con un histórico del fútbol de nuestro país”, dijo Esteban Granados.
La carrera de Mambo culminó este miércoles, pero su legado parece ser escrito con tinta imborrable en el fútbol costarricense.

