La gambeta brasileña es una fantasía muy poco efectiva en El Llano de Alajuela, pues la historia dice que solo logra dar la talla con la casaca rojinegra uno de cada cuatro jugadores de ese país fichados por la Liga.
El volante de 30 años, Yvanilton Raimundo, será el brasileño número 19 en reforzar al León y se espera que asuma un rol similar al de Marcelo Sarvas, el último jugador de la nación verdeamarela que dejó una huella en el estadio Alejandro Morera Soto.
“Estaba el hueco que dejó Sarvas y necesitábamos llenarlo; lo ideal sería traerlo de vuelta, pero en el Galaxy gana cerca de $30.000 (¢16,5 millones) y esto es imposible de pagar para nosotros”, comentó Marco Vásquez, directivo erizo.
Del total de brasileños que han embarcado en la ciudad de los mangos en toda su historia, solo cinco lograron dejar una huella imborrable: Esinho, Leandrinho, Rodinei Martins, Odir Jacques y el propio Sarvas.
Además, en la última década Alajuelense contrató nueve futbolistas de ese país y solo el volante de la MLS y Barrios mantuvieron un nivel aceptable.
En el caso de Anderson Andrade, disputó 22 partidos pero no se adaptó al estilo de Ramírez.
Inició como titular, debido al buen nivel que mostró en su paso por Herediano, pero luego perdió el puesto; solo jugó dos campañas y se le rescindió el contrato.
Confiado. No obstante, el técnico Óscar Ramírez defendió la llegada de su nuevo volante ‘10’.
Machillo dice que Sarvas tampoco recibió mayor crédito cuando llegó al país y al final se convirtió en un hombre clave.
“Es un jugador potente y maduro. En las prácticas ya he visto lo que me puede dar en el campo”, explicó el estratega rojinegro.
Por otro lado, el exjugador y técnico, Wílmer López, considera que la experiencia del futbolista será clave para que se adapte rápido al esquema rojinegro.
El Pato, quien tuvo como compañero a Esinho del 1999 al 2001, asegura que el jugador suramericano con poco rodaje no suele tener éxito en la Liga, sobre todo porque no soporta la presión diaria que vive el club.
Mientras, el exdefensor y exasistente, Mauricio Montero, cree que el carácter que posea el volante tiene un valor añadido.
“Cuando Sarvas entraba a la cancha se transformaba, era un hombre de carácter fuerte”, concluyó Chunche.