El atacante Rubilio Castillo tuvo un paso fugaz por el Deportivo Saprissa. Tras jugar solo seis meses con el equipo, logró dar el salto a Europa, específicamente al Tondela de la Primera División de Portugal.
Rubilio brindó una entrevista a La Nación en la que aclara cómo era su relación con Wálter Centeno, técnico del Saprissa.
—¿Cómo se siente ahora que se va a Europa?
Me siento muy contento y agradecido con Dios por esta nueva oportunidad en mi vida. Voy con ilusión y muchas metas por cumplir. Estoy muy ilusionado.
—¿Esperaba dar el salto a Europa luego de seis meses en los que no gozó de tanta regularidad?
Dar este salto es muy importante, cualquier jugador quisiera darlo. Me voy muy agradecido con Dios, con la afición, con todos los que fueron parte de que yo me pudiera desarrollar como jugador de Saprissa. Todos fueron 1.000 puntos conmigo, todos fueron muy buena honda conmigo. Me siento muy contento y ahora a pensar en lo mejor.
—¿Cómo analiza su etapa en Saprissa?
Es una etapa linda porque quién no quiere estar en Saprissa, a pesar de que futbolísticamente no tenía tantas oportunidades, pero con tal de estar en el equipo, me sentía bien. Eso me hacía estar con las ansias de querer demostrar día a día de que estoy hecho para estar en un equipo grande y pelear el puesto. Yo siento que a pesar de todo lo que di, mi etapa fue linda.
—¿Por qué cree que no fue titular?
Ya no vale la pena hablar sobre eso porque a partir de hoy pienso en mi nuevo club. Creo que hubo muchos factores, pero no vale la pena recalcarlo; yo me entregué al máximo.
¿Cómo era la relación con Wálter Centeno? Usted había dicho en Honduras que era una “relación no buena”.
Se tomó mal lo que dije. Mi relación con él (Centeno) era de técnico-jugador, una relación normal, él era mi jefe y yo era su jugador y de ahí partía todo. Como te digo, me voy contento y con la satisfacción de que en poco tiempo pude ganarme el cariño de la gente, esa posibilidad de que trataba de marcar diferencia. Por eso quiero darles las gracias a todos.
—¿Cómo valora a Saprissa como institución?
Es un equipo grande y lo sentí, sentí la grandeza del Motagua en Honduras y aquí no estaba sintiendo algo fuera de lo normal. Venía de un equipo grande igual, se siente esa trayectoria y ese peso que te hace esforzarte más. El vestuario está lleno de grandes jugadores que son extraordinarios.
—¿Cómo aparece la oferta del Tondela de Portugal?
Esta negociación ya había entrado luego de la Copa Oro, ya habían acercamientos, se tardaron unas semanas más para analizar todo y en estos días que se dio la bomba. Me voy contento con lo que te digo.
—¿Cómo fue esa charla que sostuvo con Juan Carlos Rojas, presidente del equipo?
Sí, eso es lo importante, me voy muy agradecido porque ganó Saprissa y gané yo. Con los directivos he tratado de tener una relación estable, hablamos con el presidente y él expresaba su punto y yo el mío, siempre respetando lo que ambas partes opinábamos. Se llegó a un buen término, somos personas profesionales y llegamos a un gran acuerdo.
—¿Qué se lleva del Saprissa?
Me llevo todo, me llevo la historia, personas, el país, me llevo en verdad todo el corazón de Saprissa. Me he sentido muy bien aquí, pero pensando en todo sentí que era mi segunda casa, le deseo lo mejor a cada uno de los miembros de la institución.