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Puntarenas. Las inusuales filas largas en el estadio Lito Pérez para comprar entradas se han convertido en una especie de icono que habla del ambiente que se vive en este puerto de cara al partido de ida de la final del Campeonato de Invierno.
Ayer de nuevo los chuchequeros desafiaron al sol y se apostaron en las acercas que rodean el estadio naranja con la intención de adquirir alguno de los 3.400 que el Puntarenas F. C. sacó a la venta.
“Gracias a Dios, esto (pasar a la final) es un sueño hecho realidad. Desde principio del torneo nos planteamos clasificar y lo logramos, nos motivamos, nos llenamos de valor”, dijo el capitán del equipo, el defensor Darío Delgado.
“El grupo en sí está muy alegre, la emotividad está alta, tratamos cada uno de meternos de lleno en los otros porque no sirve que yo esté bien y otro esté mal”, añadió.
Acerca de si hay o no presión en el equipo, expresó: “No, la presión la tienen esos equipos grandes, y no con esto quiero decir que nosotros ya estamos felices, sino que nosotros tratamos de jugar con el ímpetu que nos caracteriza y tratar de hacer lo mejor posible”.
Delgado recalca que sería gratificante anotar, como lo hizo en la pasada semifinal ante Herediano. “Ayudar con goles, además de no permitirlos, si se da la oportunidad, bienvenida sea”.
Por su parte, el delantero Hanzel Ewers tiene muy claro que si el equipo quiere sacar la serie debe seguir trabajando en la cancha como lo hizo en los últimos partidos.
“Yo creo que el grupo ha venido trabajando muy bien, ahora viene un equipo como Brujas bastante fuerte que trabaja bien, pero creo que si seguimos cómo hemos venido trabajando podremos sacar la serie”, destacó.
El cuadro porteño se entrenó ayer a las 6 p. m. en la gramilla del Lito Pérez, última práctica antes de enfrentar al Brujas F. C. en su casa, hoy a las 7 p. m.
Fila. Esa motivación con que la que el plantel enfrentará al Brujas, es la misma que los aficionados viven en las calles, previo al partido.
Ayer, desde las 10:00 a. m., los primeros aficionados porteños llegaron a las afueras del estadio en busca de una entrada para apoyar a su equipo. Con las horas la fila se hizo más grande. A las 3:20 p. m., hora en que las ventanas de la boletería del Lito Pérez fueron abiertas a los aficionados, la fila le daba la vuelta a la gradería sol oeste.
“Yo llegué a eso de la 1:30 p. m. y quedé a unos 100 metros de la fila, espero poder comprar tres entradas para apoyar a mi equipo y creo que vale la pena hacer esta fila”, comentó Gerardo Vargas Matarrita.
La dirigencia porteña le puso un precio general de ¢8.000 a cada una de las 3.400 entradas que sacaron para el encuentro de esta noche.
