Aquel Invierno 2013 se hace muy lejano. Desde entonces, Liga Deportiva Alajuelense no volvió a salir campeón y esa sequía parece un mal de no acabar.
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Jugando mal, regular, o bien, nada cambia. Con fichajes cuestionados y catalogados como de equipo pequeño, tal y como pasó en los tiempos de Benito Floro; o con figuras de renombre, la tónica es la misma, porque el fútbol es de resultados y lo que importa es lo que ocurra al final y quién se lleve la copa a casa.
Para un club con 101 años de historia y acostumbrado a ganar, un período tan extenso sin títulos resulta imperdonable.
Los problemas se agravan para Alajuelense, porque la afición rojinegra está cansada, abundan los reproches por la falta de actitud y de espíritu ganador. La molestia crece al ver cómo el equipo no reacciona y no responde en las instancias finales.
“Yo le digo a toda la afición liguista que nos disculpen, les hemos quedado mal a esa linda afición que ha estado en todos momentos con nosotros, liguistas disculpen, perdónennos. El primer partido marcó todo, dejamos de hacer muchas cosas, nos llevaban dos goles de ventaja”, manifestó Adolfo Machado en declaraciones a FUTV.
Si bien es cierto la Liga tuvo una época muy crítica, en la que ni siquiera clasificaba; los males no se terminan con superar la etapa regular. Así ocurrió en diciembre pasado. Y la historia se repitió ahora.
Eso también provoca un caos que tendrá que resolver el director deportivo Agustín Lleida y la Junta Directiva presidida por Fernando Ocampo.
La afición está furiosa con Andrés Carevic, porque por más que en este último partido hizo varios movimientos tácticos, el gol no cayó.
“Vinimos con otra actitud, con otras ganas, no se pudo llegar a la línea final y concretar. Solo faltó meterla, no se dio, el equipo siempre puso la cara, esas ganas de ir al frente, no se dio y ahora llegar a casa, recapacitar, ver qué se hizo bien y qué se hizo mal para no cometer esos errores”, expresó Machado.
En dos partidos, la Liga fue incapaz de anotarle a un Saprissa que se dejó el título, al ganar los dos partidos de la fase final. Eso significa que los morados son campeones nacionales sin necesidad de una gran final.
Alajuelense renovó a Andrés Carevic por un año más y la afición recrimina que ya son dos veces que pierde el título.
También hay molestia en contra de la gestión de Fernando Ocampo, producto de esa misma sequía, porque para un equipo de fútbol, los títulos son indispensables. Y eso es algo que no han obtenido los rojinegros.
Y los jugadores tampoco escapan a esa realidad. El liguismo está harto de perder, de no ganar títulos y la fuerza rojinegra quiere cambios, pero sobre todo, que el equipo se reencuentre con la senda ganadora que ha marcado la historia del equipo, pero que después del Invierno 2013 ha brillado por su ausencia.