Con el casco y el chaleco que se requiere para acceder al punto en el que trabaja la maquinaria y portando también la mascarilla de rigor como protección por la covid-19, Aquil Alí presencia cada uno de los movimientos en la demolición del Estadio Rosabal Cordero.
Ver cómo caen las paredes y las gradas le da nostalgia, eso no lo oculta; pero también le inyecta una alta dosis de ilusión al pensar en cómo se verá la casa florense dentro de poco tiempo.
Mediante el Facebook de los florenses, el vicepresidente de Fuerza Herediana brindó una entrevista en la que denota esa mezcla de sentimientos, recordando toda la historia que se gestó ahí, con momentos malos y buenos.
“Estábamos esperando ese día de la demolición, hay mucha emoción porque esperamos que en 18 meses ya tengamos el mejor estadio de esta zona, porque lo que nosotros hemos invertido, el tiempo para diseñar este estadio, para ver todas las partes para que sea un estadio donde la afición llegue y que cuando se sienta la energía, sea parte de los jugadores”, mencionó Alí.
Dijo que para este proyecto ambicioso se han analizado muchas cosas y que será un reducto con muchas facilidades para toda la gente.
“Hemos analizado todas las partes que se necesitan para que a cualquier persona que llegue a ese estadio, familias, hasta la parte de los hinchas, todo se ha analizado para que todo esté de una manera con un sentimiento para que todos tengan su espacio y que de verdad puedan llegar a gozar a ese estadio”, añadió.
Confiesa que lo alegra ver la maqueta y saber que será un estadio tan moderno y adelantó que será el viernes 31 de julio cuando se comiencen a vender los espacios del nuevo reducto.
La preventa será para las localidades en sombra general y los palcos oeste, corporativos y palcos VIP.
“Esa emotividad y esa efervescencia que yo siento, que para todos los heredianos es lo mismo y espero que para el 31 de julio cuando salimos a la venta, que ojalá sea una venta masiva, porque todo eso nos va a ayudar para poder hacer esto y concretar eso a tiempo”, señaló.
Y agregó: “Agradezco a todos los heredianos a que estén atentos, a que estén aquí y que nos ayuden con esto, porque eso de verdad será maravilloso para todos los heredianos y para todo el fútbol de Costa Rica, porque eso le va a elevar a todos para que empiecen algo de la magnitud de lo que tendremos en ese momento”.
El plan original se retrasó un poco debido al caos que ha provocado la pandemia. Empero, los florenses confían en que su nueva casa estará lista dentro de 18 meses, la cual tendrá capacidad para 16.000 personas.
Mientras tanto, los rojiamarillos se mudarán al Estadio Jorge Hernán ‘Cuty’ Monge y algunos partidos los podría programar en el Nacional.
La empresa guatemalteca APSA es la encargada de los trabajos y se ha dicho extraoficialmente que los costos ascienden a unos $12 millones.