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Johan Venegas tiene una fortaleza inquebrantable. Este domingo estaba en el camerino del Estadio Alejandro Morera Soto, preparándose para jugar de nuevo en un clásico, pero esta vez con Alajuelense y recibió una noticia muy dura.
Su papá, don Luis Venegas, falleció. Fue un momento muy duro, no solo para él, sino también para todo el equipo.
Unos minutos después, el delantero le manifestó a Andrés Carevic su deseo de continuar con los planes tal y como estaban, con él como titular.
Venegas estaba convencido de que eso era lo correcto, porque era lo que le hubiese gustado a su progenitor. El futbolista estuvo 85 minutos en cancha.
El minuto de silencio en memoria de su papá lo hizo llorar, pero hizo un gran esfuerzo por concentrarse, correr, pelear por el balón y ayudarle a su equipo.
La Liga ganó el clásico por 3-1 y la victoria él la ve como un homenaje para don Luis.
Pero no solo optó por sudar la camisa rojinegra en este duelo ante los morados.
El atacante también quiso ir a la zona mixta del Morera Soto para dar declaraciones a las radios con derechos que son los medios de comunicación que tienen acceso a los estadios en los días de partido.
“Primero agradecerle a Dios por el don de la vida, agradecerles a mis compañeros por el triunfo que me han regalado y dedicárselo a mi papá que está ahora en el cielo. La verdad es que son momentos complicados, pero desde pequeño nunca he sido una persona que me echo para atrás en los momentos difíciles, siempre los he confrontado y siempre he ido hacia adelante”, manifestó Venegas en Columbia.
También le agradece a Alajuelense por la forma en la que lo apoyaron en el camerino en este momento difícil.
“Me dieron ánimo, me abrazaron la verdad y agradecerles todo el gesto, toda la fuerza que me dieron, los capitanes, desde el más viejo hasta el más chico, me hicieron sentir muy bien. La verdad es que me han dado mucha fuerza y muy contento por eso. Lo único que les pedí es que ganáramos el partido para honrar a mi padre que está en el cielo y gracias a Dios pudimos sacar la victoria”, afirmó.
Ante una situación así, tan respetable era que él no quisiera jugar, a como si decidía hacerlo, como finalmente ocurrió.
“La decisión la tomo porque es lo que mi papá hubiese querido. Cuando yo era pequeño convivimos y siempre me inculcó ir hacia adelante, afrontar los momentos difíciles y junto con mi mamá me impulsaron para poder ser futbolista. Para los que creemos en Dios, la muerte no es el fin, sino es un renacer en Cristo Jesús y ahora él está disfrutando de la presencia de Dios y está en un lugar donde todos deseamos estar”, reseñó.
Y agregó: “La vida siempre me ha golpeado mucho desde pequeño y siempre me he caracterizado por afrontar los momentos difíciles, confrontarlos y creo que era lo que mi papá hubiera querido, que yo jugara este partido y obviamente mis compañeros me necesitaban en este día, en este momento y me debo a esta institución”.
Insistió en que jugar fue algo que le nació del corazón en medio de la adversidad.
“Creo que tomar la decisión de jugar este partido, de ayudar a mis compañeros, era lo que mi papá hubiera querido en este momento y dedicarle esta victoria a él en el cielo, en donde se encuentre y lo vuelvo a repetir, para los que creemos en Dios la muerte no es el fin, sino es un renacer en Cristo Jesús y hoy está gozando de la presencia de Dios, donde todos deseamos estar”.
Estaba consciente de que no sería fácil, pero afirma que puso todo de su parte para cumplirle a su papá y a su equipo.
“Traté de concentrarme al máximo, soy un profesional del fútbol y la mejor forma de honrarlo, de honrar su memoria, era tratar de hacer un buen partido, de dar mi máximo esfuerzo, de ser un profesional, lo dí todo en el partido, en la cancha y gracias a Dios sacamos la victoria y agradecer a mis compañeros que lo dieron todo para sacar esta victoria y dedicárselo a él”, finalizó.
