¿Qué resumen hace del juego?
Hemos sido capaces de competir, de por momentos no jugar a lo que nos gusta y pretendemos, hemos sido capaces de tener solidaridad, de sufrir, defender las áreas, a mí es lo que más me ha sorprendido del equipo. Estoy contento porque no es fácil eliminar un rival como Alajuelense. Es momento de agradecer a los chicos, a la afición y a todo el saprissismo, que lo único que nos da es fuerza y ambición para seguir.
Si tuviera que decir una, ¿cuál sería la principal cualidad de su equipo?
Mi sensación es que he tenido la suerte de llegar a un club que tiene valores claros, he tratado de potenciarlos y por momentos rozamos la familia, el trabajo en equipo a niveles que no me hubiese esperado, ahí está la clave, el equipo es grande, solidario, convencido de no solo trabajar con balón, sino sin balón, sabe sufrir, competir, nos hace un poquito mejores.
¿Siente al equipo fuerte emocionalmente?
Hay que gestionar las emociones, porque la gran final es la semana que viene, sí que es verdad que tanto Alajuelense como Saprissa, el que ganaba sale muy reforzado, tiene ese empuje emocional, el que pierde se queda tocado. Nosotros estamos contentos, satisfechos en lo que hemos hecho, pero la vida, el fútbol, solo entiende de tener los pies en el suelo, y no hemos ganado absolutamente nada, solo hemos pasado una eliminatoria más.
¿Cuánto ha asimilado el equipo su idea?
Lo dije hace un tiempo, creo que al final trato de liderar con el ejemplo, no trato de imponer, trato de que el jugador esté convencido del plan del partido, que participe del plan. Hoy había un punto que sabíamos que nos iba a tocar sufrir sin balón, en ese momento debíamos ser solidarios, cerrar espacios, tratar de desesperar a Alajuelense. Muy contento en ese crecimiento, pero es que para eso los jugadores tienen mérito, ellos quieren, y los entrenadores ponemos carreteras y autopistas y si conducen, si quieren, el tema va para adelante.
¿Puede explicar qué es eso diferente que tiene Saprissa para estas instancias?
Pienso que todo el mundo lo sabe: el ADN de Saprissa. Algo que en charlas, con los jugadores jóvenes, tratamos de hablar sobre ello, de qué es, y transmitirlo a ellos, que es algo que no se puede perder, ese espíritu ganador, de competir, de tener fe hasta el final, pero eso lo conseguís con un gran equipo, un equipo que comparte valores, el día a día. Veo mi banquillo, la gente que no juega, es un espectáculo, te ayudan, tratan de apretar, se involucran, eso yo no sé si lo he vivido, esa entrega tanto del que juega como el que no, y eso es mágico, genera espíritu ganador.
Saprissa ganó en casa y administra como visitante. ¿Esa es la fórmula que seguirá aplicando?
La fórmula es clara: trabajo, analizar bien a los equipos y tener recursos y armas, que el equipo tenga opciones siempre de poder gestionar el partido. Hoy no ha tocado, yo estaba desesperado, tratar de salir todo directo y no era así, no estábamos con esa finura, hemos trabajado en algo que no somos muy buenos, que es la segunda jugada y a partir de ahí tratar de mejorar.
¿Le alcanzará a Mariano Torres para llegar al primer juego de la final?
No estaba al cien por cien, y las sensaciones fueron las que tenían que ser, es nuestro capitán y él mismo me dijo, tenemos que esperar. Debimos tomar una decisión prudente y pensamos que nos puede ayudar en la gran final
