Gustavo Alfaro habló por última vez el pasado 2 de julio, cuando Costa Rica derrotó a Paraguay en su despedida de la Copa América. Un mes después, reapareció este martes con una carta “para agradecer a los jugadores su apoyo y entrega” durante los casi 10 meses que dirigió a la Tricolor.
“Me toca tomar la difícil decisión de cerrar un proyecto. Por lo general, en el fútbol, las decisiones suelen ir en sentido contrario. Son los dirigentes quienes interrumpen un proceso, no los entrenadores, ya que el porcentaje de quienes tienen el privilegio de terminar un contrato es realmente muy bajo.
”Más allá de que las razones de esta decisión son diversas, mi intención no es solo comunicarla, sino también agradecer a todas las personas que, durante poco más de nueve meses, nos permitieron realizar nuestro trabajo”, mencionó Alfaro, quien en los últimos días evadió a la prensa nacional.
El exseleccionador tico se despidió, el pasado viernes, del personal administrativo de la Federación Costarricense de Fútbol, luego de comunicarle al presidente Osael Maroto que, “por razones personales,” pagaría la cláusula de rescisión acordada en su contrato ($375.000).
El técnico argentino les comentó a algunos de sus excompañeros que lo vivido en el último mes “había resultado muy difícil”.
Paraguay despidió al técnico argentino Daniel Garnero, el pasado 8 de julio. Desde entonces, la prensa de ese país ha colocado a Alfaro como el principal candidato para tomar las riendas de su selección. Sin embargo, hasta el momento, la Asociación Paraguaya de Fútbol no ha anunciado a su nuevo cuerpo técnico. El timonel tampoco ha dicho cuál será su próximo proyecto deportivo.
En su carta, Alfaro no escondió el cariño que le tiene a los jugadores que dirigió.
“Todos los que fueron citados en las convocatorias y en los microciclos, en cada partido, en cada entrenamiento, a los sparrings que formaron parte de este proceso y nos ayudaron a darle forma a nuestra planificación. Quiero agradecer su compromiso, por su sentimiento, por su amor a la Selección, por la grandeza de dejar de lado sus ambiciones personales para poner en primer lugar los intereses del equipo”, se lee.
El estratega explicó que quedar un grupo importante de jóvenes que probó su valía.
“Dejamos una cantidad de información importante para quien nos suceda pueda conocer rápidamente el estado de formas y condición de estos jugadores. Se recuperó la ilusión cambiando una tendencia, que en los comienzos era peligrosa. Se buscó integrar nuestro trabajo tanto con las selecciones formativas como con las selecciones femeninas. Se pensó todo desde el lema de nivelarnos hacia arriba”, se extendió.