
Luis Eduarte llegó al Estadio Ricardo Saprissa para trabajar como fotógrafo del Club Sport Herediano, en el primer partido de la gran final, sin imaginar que le tocaría vivir una mala experiencia, que espera que no ocurra más en ningún escenario.
Después de trabajar en una sesión de fotos, conversó este viernes al mediodía con La Nación para narrar lo ocurrido.
Lo primero que dijo es que resulta incomprensible el comportamiento que se viene presentando con algunos aficionados, después de que se luchó tanto para que regresaran al estadio luego de año y medio de fútbol a puerta cerrada por la pandemia.
“No son todos, por dicha, es alguna gente que llega a hacer maldades y cosas que no se deben hacer y aunque sean poquitos, vea todo lo que ha ocasionado ese problema. La mayoría de gente en el Saprissa se portó muy bien, salieron contentos y todo, pero hay grupitos que solo daños llegan a causar”, manifestó Luis Eduarte.
El fotógrafo del Team contó que él estaba en la cancha, esperando a que hicieran la rifa. Se encontraba de espaldas a la gradería de sombra este, en frente de los banquillos.
Dependiendo de la rifa, así tendría que movilizarse. Su expectativa era ver a cuál lado se iba detrás del marco para tomar las fotos. Mientras eso ocurría, estaba capturando imágenes de los banquillos y ahí fue donde sintió un golpe en la ceja.
“Pensé que qué raro, porque fue duro, me desbalanceó, pero no le presté importancia y seguí tomando fotos. Al sentir mojada la cara pensé que me tiraron una botella y se estalló. Al limpiarme con la mano me percaté de que tenía toda la cara llena de sangre. Me fui para donde estaba el médico del Herediano y me dijo que había que suturar porque tenía la ceja abierta”, relató Eduarte.
Varias personas le preguntaron qué lo impactó pero no tiene la respuesta exacta, porque nada más sintió el golpe.
“No sé qué fue lo que me tiraron, si fue de lo que estaban tirando a la cancha, o fue una piedra, no sé. Ahí no puedo decir qué fue lo que me impactó. Lo que me extraña es que yo estaba de espaldas a la gradería y cualquier cosa que tiren de la gradería normal me hubiera pegado en la cabeza atrás, no en la ceja”.
Ha pensado mucho en el momento, en reconstruir la escena de cómo ocurrió esa agresión que sufrió mientras trabajaba en el estadio y tiene una hipótesis.
“Probablemente fue alguien con toda la intención desde un costado que estaba tirando cosas, porque esa era la única forma de que me pegaran en la ceja”.
Con mucha serenidad en sus palabras, Luis Eduarte afirma que ya pasó y que ahora lo primordial es que una situación así no se presente más en ningún estadio.

Cuando iba a comenzar el partido le pusieron una venda mientras pasaba el primer tiempo, pero sabía que después lo tendrían que suturar.
“Esperamos hasta el final del partido y el médico del Saprissa fue el que me puso los puntos; fueron cuatro o cinco puntadas. Eso fue lo que lo que pasó. Yo no sé ni quién fue, ni cómo fue, ni nada. Uno nada más recibe el golpe”, destacó.
Y agregó: “Cuando yo sentí eso y vi la mano llena de sangre pensé que me abrieron la ceja, pero uno no se ve. Cuando yo llegué al banquillo del Herediano, todos los jugadores se vinieron y me acuerparon, se quitaron un chaleco y me lo pusieron para que no sangrara más y Rándall Alemán me lavó con agua fría para tratar de pararme la hemorragia y con el vendaje aguanté el partido”.
Luis Eduarte, fotógrafo del Club Sport Herediano, fue impactado por un objeto en el Ricardo Saprissa pic.twitter.com/o2UrUBF1Zc
— TD Más (@tdmas_cr) December 17, 2021
Eduarte insiste en que es primordial que los aficionados comprendan que todos quienes están en el estadio merecen respeto y que cada quien ahí presente ejerce una función.
“En el caso de los que no vamos como aficionados, cualquiera de los que estamos en el estadio estamos ahí trabajando, ya sea un juntabolas, el árbitro, un línea, alguien de seguridad”, subrayó.
Además, cree que se deben contemplar situaciones como que esos rollos de papel que lanzan son peligrosos, máxime en el Estadio Ricardo Saprissa, porque las graderías son más altas.
“Si se tiran desde 40 metros o más, con la fuerza que llega al suelo es durísima y si por desgracia le pega a alguien en la cabeza puede causar un problema hasta de movilidad. Eso se convierte en un arma y esas cosas no se deben de permitir. Eso no es jugando, y por nada. ¿Qué ganan con eso?, nada”.

Finalmente, Luis Eduarte se confiesa como una de las tantas personas que no entienden por qué algún sector de aficionados regresó con tanta agresividad a los estadios.
“Yo creía que iban a ir a disfrutar, pero unos cuantos van a otras cosas, como que estaban esperando para desahogarse, pero es que los desahogos son frustraciones que no deben de ser así”.
Inclusive, se puso de ejemplo. Dice que él es herediano y que ayer conversaba con todas las personas en el Saprissa.
“Si ellos juegan mejor, yo lo acepto, y si nosotros jugamos mejor, cuál es el problema, es un partido. Cualquiera de los dos puede ganar, cualquiera de los dos puede perder y nadie se va a morir, es fútbol”, puntualizó Luis Eduarte.
Ese capítulo lamentable se presentó antes de que empezara el primer partido de la gran final, en el que Herediano derrotó a Saprissa por 1 a 0 en la Cueva y es una situación que podría acarrear un veto al reducto morado.
El domingo, a partir de las 5 p. m., se escribirá la historia final y en el Colleya Fonseca se coronará al campeón del Apertura 2021.
