EscucharAl mejor estilo de un agricultor que prepara el terreno, que comienza a sembrar y que luego cuida con empeño su huerta para recibir el fruto, así es como funciona la Copa Uncaf para los seleccionados de Costa Rica . Ellos abonan su espacio para formar parte de Rusia 2018 .
Iniciar un proceso no es fácil y menos mantenerse. Pero este certamen, el cual se efectúa cada dos años, marca el arranque de la ruta para ir a un posible Mundial.
Casos como Erick Lonnis, capitán en el 2002, y Luis Marín, quien portó esa banda en el 2006, iniciaron su liderazgo con La Roja en una competición centroamericana.
Pero también hay chance para que las caras nuevas ofrezcan sus primeros minutos con la Mayor y pongan la mirada firme en el horizonte con la meta de vestir la camisa tricolor en una cita planetaria.
Los números dictan que el certamen fue la base en tres de los cuatro mundiales anteriores, con la excepción de Italia 1990 ya que la Uncaf inició un año después.
Por ejemplo, en la lista de Corea-Japón 2002 salieron a relucir diez nombres que disputaron la Uncaf de 1999 o 2001.
Para Alemania 2006, 12 ticos estuvieron en el torneo en el 2003 o 2005, mientras que a Brasil 2014 fueron 14 costarricenses que en su respectivo momento enfrentaron la justa del 2011 o 2013.
Es que la Uncaf es el primer filtro al que los futbolistas deben enfrentarse en la Selección para quemar etapas y buscar un campo.
Luego sigue el reto de continuar con el llamado para la Copa Oro y posteriormente, la eliminatoria.
Cambio. Sin embargo, en el análisis se debe considerar que el campeonato regional no se disputó durante fecha FIFA en las pasadas 12 ediciones y por eso asistieron muy pocos legionarios.
Eso varió ahora, pues las dos primeras fechas de la copa, que finalizó ayer, sí coincidieron con el calendario del máximo ente rector. Eso hace que si se llega a la cita rusa, las cifras puedan ser más altas.
En aquel entonces, los técnicos conformaron selecciones con el sello de la casa, lo que significó para muchos el inicio a un viaje que aterrizó en Corea-Japón 2002, Alemania 2006 o en Brasil 2014.
Pero aquella semilla que 30 futbolistas plantaron en un modesto torneo del Istmo, se convirtió luego en el máximo fruto: un Mundial.
Será cuestión de tiempo para ver quienes de los jugadores de la edición 2014 logren plantar su nombre para cantar el himno nacional en Rusia 2018.
