José Andrés Salvatierra se siente afortunado, al describirse como una persona que siente los colores de la camisa que porta y considera que no podía ser de otra manera.
Wílmer López y Mauricio Montero, sus guías de siempre, se encargaron de que sea así. Son sus dos ídolos que han estado ahí, para aconsejarlo y, a la vez, hablarle de frente cuando se ha equivocado.
En ese espacio que López tiene en Instagram, conversando con alguna figura del club y que él mismo bautizó como ‘Pato al Agua’, Wílmer invitó a Salvatierra para hablar de todo, pero comenzó con una introducción rescatando ese carácter del lateral derecho de siempre querer dar un poco más.
“La mayoría de entrenadores siempre han hablado muy bien de José Andrés Salvatierra y entre esos me incluyo, porque usted sabe que para mí, el capitán de Liga Deportiva Alajuelense cuando yo estuve al frente era usted, porque uno ve la calidad de persona, el esfuerzo, la entrega, el día a día dentro de los entrenamientos y uno como entrenador eso lo valora mucho”, expresó el Pato.
Ante esas palabras, Salvatierra reseñó: “Uno entiende, esto es fútbol y hay momentos difíciles, en donde la afición va a criticar, porque la afición siempre quiere ganar y uno como futbolista tiene que entender que esto es amor y desamor y si está bien, te van a querer, y si las cosas están, mal te van a señalar y te van a criticar. Lo que uno nunca puede hacer es bajar los brazos o ponerse a pelear, porque es perder el tiempo”.
Indicó que al mismo tiempo había aficionados que pese a todo, estaban ahí, a muerte. Y que él mismo cargaba con el peso de la frustración de esos siete años sin títulos, no solo como jugador, sino como un futbolista enamorado del club al que pertenece.
“Durante los siete años recibí críticas, señalamientos, mucha gente me quería fuera del club, pero a la vez recibí mucho apoyo, cariño de la gente, entonces uno tiene que ser autocrítico en el fútbol, saber tomar las críticas constructivas y hacer un autoanálisis y decir: ‘Pucha, sí, mirá, tienen razón en esto’ y las destructivas ni siquiera escucharlas”, reseñó.
Llegó el momento en el que él mismo comprendió que en el fútbol, el tiempo es corto y que tenía que disfrutarlo con responsabilidad.
“Esto fue un sueño que tuvo uno desde pequeño, de ser futbolista, para mí siempre fue un sueño estar en la Liga, en la Selección y lo he ido cumpliendo. He cometido errores, como todo ser humano y parte de los errores es saberse levantar, aprender la lección y seguir adelante, seguir creciendo como persona. Es lo que me ha enseñado esta mini vida dentro del fútbol, siempre luchar, siempre salir adelante, ser autocrítico”.
También considera que muchas veces lo que se pinta como malo no lo es, porque la Liga estaba metida en una olla de presión, pero pone de ejemplo lo más reciente.
“Este año y medio ha sido bueno, hemos llegado a tres finales seguidas por campeonato nacional, logramos ganar la última y hoy estamos de primeros. La Liga siempre te exige, no porque hayamos ganado la 30 ya se terminó, no”.
Aunque se acabó la sequía, afirma que en Alajuelense siempre habrá presión y los jugadores saben que esa obligación de ganar es permanente.
“La afición te exige y es a lo que yo me acostumbré desde el alto rendimiento, no es solo ganar el título, es ganar el domingo, el miércoles, el amistoso, son las cosas que me inculcaron y en estos siete años fue muy duro perder finales, o a veces ni siquiera llegar a la final. Hay dos caminos: o seguís luchando, o te rendís y terminás dándole la razón a cierta gente que te quiere fuera del club. Yo opté por seguir peleando, por seguir luchando y estaré acá hasta que así la institución o el cuerpo técnico lo quiera”.
Durante la charla, el Pato le consultó si jugaría con Saprissa y el carrilero respondió que no.
“Me encantaría terminar acá mi carrera, la verdad es que son 12 años, es mucho cariño y mucho por la institución y me gustaría seguir acá, realmente trabajo, me esfuerzo, hago mis extras, me cuido en las extras también para poder seguir rindiendo al máximo, porque no es solamente el deseo de querer seguir, porque para seguir acá hay que rendir, no es por amor, es por rendimiento. Deseo seguir acá y si no saliera nada afuera, retirarme acá sería un sueño para mí”, citó.
Salvatierra también es uno de los futbolistas que rinden su testimonio en el capítulo final de la serie ‘Desde Adentro’ en el Liga Pass y ahí habla de lo que fue para él ser parte de esos siete años de intentarlo, hasta que llegó el título en el Apertura 2020.
“A veces es difícil de explicar, esto es fútbol y a veces sos el mejor, pero no significa que ya sos campeón y creo que fueron muchas de las cosas que por ahí tal vez nos faltaron en las etapas finales, en esos momentos cruciales para volver a alzar una copa después de la 29 y creo que la esencia del equipo, el querer ser ganador siempre queda”, relató.
Dijo que eran detalles, cosas mínimas, descuidos en momentos importantes en donde hay que tener un 100% de atención y que al final detonaron ese sufrimiento en el liguismo que se prolongó por siete años.
“Por ahí también ciertas tomas de decisiones, a criterio personal, en salidas de jugadores o de algunos entrenadores que siento que aportaban mucho en su momento y que tal vez no se les pudo dar la continuidad”.
Considera que quizás no les tocaba en ese momento, pero que el equipo seguía luchando y que eso encierra mucho lo que ha sido su carrera.
“Yo sé que yo no soy Wílmer López, yo no soy Marcelo Sarvas, no soy Pablo Gabas, no soy Alex López, no soy Bryan Ruiz, pero sí tengo el corazón, tengo el amor por la camiseta, esa garra, de siempre luchar, de siempre ir al frente, de siempre acuerpar al compañero, porque esto no solamente es el día del partido, es el día a día, es todos los días, lo que convivimos, lo que estamos acá, tratar de ayudar al que baja la cabeza para que siga, porque somos un grupo y al final como se los he dicho siempre, ocupamos de todos, porque si algo me ha demostrado a lo largo de estos años en la Liga es que solamente todos unidos podemos lograr las cosas”, afirmó.
Al ser el jugador activo que tiene más tiempo en el club, los días previos a ganar la 30 los percibía distintos, como antes.
“Sabíamos que íbamos a ganar, que íbamos a ser campeones, se sentía esa mística en el camerino y fueron cosas que yo inclusive días antes de jugar los primeros dos partidos de la fase final ya lo hablaba con mi familia, de cómo se sentía, de cómo lo veía y cómo volví a sentir eso que sentí en el momento en el que quedamos campeones, bicampeones, tricampeones en esa gran generación y este es un equipo en este momento que trae eso, creo que hay una gran combinación entre experiencia, juventud, más el trabajo del cuerpo técnico, más lo que se ha logrado conjuntar con la parte directiva”, recordó.
Después de una pared con Alex López, el lateral derecho fue el autor del centro por derecha para que Jonathan Moya anotara ese 20 de diciembre. Pero él no recuerda ese momento como una asistencia.
Salvatierra lo toma como la recompensa a todo lo que pasó la Liga en esa época de sequía.
“Es un premio al esfuerzo, al trabajo del día a día durante todos estos siete años de críticas, de señalamientos, de amor y desamor, porque en esos siete años estuvimos ahí, a un paso de haber logrado ese campeonato y este título lo veo como especial es para todos, para el que lo gana por primera vez, para un Bryan (Ruiz) que regresaba al club y queda campeón el equipo, para los que por ahí no llevaban los siete años, pero sí llevaban su año y medio, sus tres años... Lo tomo así, como un premio a nunca bajar la cabeza”, finalizó.
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