San Isidro de El General. El volante de Cartaginés, Roberto Mudarra, no pudo contener las lágrimas cuando concluyó el partido que disputó su equipo ayer, aquí, ante el cuadro de Pérez Zeledón.
En su rostro se reflejó la desazón que causa el sabor de una derrota, más cuando el esfuerzo del equipo fue ejemplar pero insuficiente para arrancar al menos un punto.
En el minuto 91, Mudarra le cometió una falta en el área al generaleño Tirso Guío y el central Vinicio Mena decretó el penal. Freddy Fernández, con un remate potente al centro, lo convirtió en gol.
Al igual que Mudarra, los demás jugadores brumosos corrieron metros extras e hicieron un derroche de coraje y desgaste físico por tratar de rescatar el empate.
Con valentía, los visitantes no buscaron excusas en el terreno de juego y cubrieron los espacios que dejaron los defensores Héctor Hidalgo (28’) y Derrick Johnson (45’), expulsados por acumulación de tarjetas amarillas.
Duelo de fuerza. Pese a que en la segunda parte los brumosos encararon el juego con dos jugadores menos, Pérez Zeledón no encontró espacios suficientes para generar peligro debido a la garra de los jugadores blanquiazules.
Por ejemplo, el volante Mauricio Montero pasó a jugar de lateral derecho en la segunda parte: defendió y atacó. Al igual que él, Leonardo Madrigal, Martín Arriola y Mudarra fueron ejemplos de sacrificio, agallas y pundonor.
Antes de las expulsiones, ambos equipos pudieron adelantarse en el marcador pero fallaron desde el punto de penal.
Primero fue Tirso Guío, de Pérez Zeledón, quien mandó el esférico arriba del marco de Donny Grant al 12’ y cuatro minutos después el portero generaleño, Dexter Lewis, atajó el remate desde el punto blanco del brumoso Edmar Figueira.
La segunda parte arrancó con la sensación de que Cartaginés no soportaría los embates de los sureños, equipo que presionó en busca de las anotaciones.
La cuenta la abrió Juan Diego Monge, al 57’, luego de aprovechar un centro de Luis Lara.
Sin embargo, Cartaginés no se desanimó y pese a jugar con dos futbolistas menos consiguió el empate al 64’ con una anotación de cabeza de Arriola, tras el cobro de un tiro de esquina de Mudarra.
Ahí los brumosos tuvieron un nuevo aire y multiplicaron sus piernas en el área para evitar más anotaciones, mientras que los generaleños plantaron en la cancha a cuatro delanteros para buscar el gol.
Dos contragolpes de Leonardo Madrigal estuvieron a punto de darle alegría a los brumosos.
Al final, la anotación llegó en el último suspiro; mientras Freddy Fernández celebraba el gol, varios brumosos cayeron al suelo, no solo por el cansancio sino por la falta de recompensa a su gallardía.