A tres meses de alcanzar los 38 años, ya mucho se ha dicho sobre Christian Bolaños y la capacidad para alargar su carrera siendo un futbolista determinante. El volante se mantiene como figura del Saprissa y titular indiscutible sin importar cuál técnico dirija, pero esa trayectoria y constancia a través del tiempo se ve reflejada en momentos específicos, como el que vivirá el Monstruo este miércoles a partir de las 9 p. m. ante el Pumas de México.
Ambos conjuntos se vuelven a ver las caras 17 años después de la final de 2005 de la Liga de Campeones de Concacaf, mismo torneo que disputan ahora, aunque esta vez en fase de octavos. Y después de tanto tiempo, solo Bolaños continúa activo entre los 36 futbolistas que jugaron esa serie (como titulares o de cambio).
Para entonces era un joven de 21 años, quien apenas luchaba por la titularidad, pero se ganó el campo debido a la ausencia obligada de Wálter Centeno. Su actuación, finalmente, se ganó el aplauso de la afición morada, cuando abrió el camino de la victoria en la Cueva. El volante ofensivo siempre ha sabido aparecer en momento importantes y en el partido de ida anotó el 1-0 en el minuto 20; luego Gabriel Badilla hizo el definitivo 2-0.
De acuerdo con un artículo de La Nación en mayo de 2005, cuando Saprissa confirmó su boleto al Mundial de Clubes, el futbolista de Saprissa fue “el más destacado de la serie final de la Concacaf” y se ganó un espacio en el equipo “beneficiado por la política del presidente de la institución, Jorge Vergara, quien ordenó no utilizar jugadores extranjeros en la planilla”.
Incluso Wálter Paté Centeno elogió el rendimiento de ese futbolista delgado, de apenas 67 kilos, pero de mucha fuerza, técnica, visión de juego y coraje.
“Siento que, sin menospreciar a nadie, Cristian fue uno de los mejores. Es motivante para todos saber que hay jugadores que están con ganas y que cuando tienen la oportunidad, hacen las cosas bien”, mencionó.
Bolaños también fue la víctima favorita de las faltas propinadas por los aztecas, pues ante la impotencia por detener esa versión arrolladora del Monstruo, recurrieron a fuertes entradas contra los morados. Eso lo tenía claro el entonces futbolista juvenil.
“Siempre me mentalizo para jugar al fútbol y sé que siempre me van a hacer muchas faltas, y siempre trato de mantener la calma. Es lo mejor para mí y el equipo”, dijo al final del partido de ida.
La jugada de su anotación empezó en el medio campo con Pablo Brenes, quien abrió por el carril derecho hacia Try Benneth y de este vio el movimiento de Bolaños. El número ‘2′ morado tuvo dificultad para controlar, pero mucha sapiencia, porque aunque iba casi cayéndose, decidió rematar al palo más largo del arquero Sergio Bernal.
El tanto ante Pumas fue el único de ‘Bola’ en el certamen, aunque al mismo tiempo la evidencia de que vendría algo mejor, lo que se confirmó en el Mundial de Clubes de Japón. También salió del país, jugó en Europa, Estados Unidos y regresó a Costa Rica, donde muchos pensaron que llegaba a jugar sus últimos torneos, nada más lejano de la realidad, porque en diciembre firmó la extensión por dos años.
En 17 años han pasado miles de partidos en el Saprissa, muchos de ellos al torneo que regresa y en el que hasta ahora no ha podido repetir una hazaña de ese tipo. Pero hay algo casi igual: Bolaños sigue siendo teniendo un papel clave en el equipo.
