
Al consultarles el tema, por separado, ambos trataron de evadirlo. No deseaban referirse al cruce de palabras que protagonizaron la noche del lunes en el clásico.
Tanto el alajuelense Cristian Oviedo como el saprissista Walter
No obstante, los constantes encontronazos entre ambos mediocampistas (el manudo de recuperación y el morado de creación) se percibieron como algo más que un roce normal en el deporte.
Incluso, cuando en la segunda mitad del clásico, jugado en el estadio Morera Soto,
“Son cosas que pasan dentro de la cancha y ahí se deben quedar”, aseveró ayer Oviedo antes de la práctica de los manudos.
Centeno sostuvo, tras la derrota de los morados (1-2), que “no tengo pique con nadie. Eso queda ahí (en la cancha). Yo trato de hacer mi futbol y ellos en el de ellos, así es esto del futbol. El que se enoja pierde y yo traté de no hacerlo”.
“Fue un buen partido, Alajuelense fue mejor en el segundo tiempo. De hecho, hizo dos goles y hay que darle mérito a ellos”.
Agregó que los jugadores de Saprissa “estuvimos imprecisos, se puede decir que en el segundo tiempo del clásico no fuimos tan claritos como debíamos”.
Añadió que con ello, “Alajuelense tomó confianza y nos hizo replegarnos. Hay que pensar que los partidos son de 90 minutos no de 45”.
“Vea, yo soy contención y él
De inmediato se le preguntó, entonces, si fuera del reducto de juego son amigos. “Bueno, tanto así no, no somos amigos, pero tampoco es que somos grandes enemigos”.
Para probar esta posición, recordó que una vez coincidieron en la Selección Nacional.
“Pasamos durante un mes compartiendo habitación.