A las puertas de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla y del premundial de Concacaf, en octubre del año anterior, la futbolista Carolina Venegas vivió uno de los momentos más duros de su carrera.
Tan solo faltaba una semana para viajar a Colombia, cuando Venegas sufrió la lesión que la dejó durante 10 meses alejada del deporte que tanto ama, en un entrenamiento con la Selección Nacional.
Ahora está de vuelta, para actuar con la camisa del Saprissa, tras superar una pesadilla de 10 meses.
“El proceso fue muy duro porque era un año en el que se venían muchas cosas buenas, estaba jugando en el exterior, competencias con Selección y entre esas la más importante que era la eliminatoria al mundial. Yo venía muy ilusionada y jamás me pasó por la cabeza que iba a tener una lesión grave, aún hoy es difícil para mí explicarlo”, mencionó la jugadora.
La artillera nacional ya sabía lo que era padecer una lesión, porque en 2012 y 2013 pasó por una cirugía en ambas rodilla. En ese momento jugaba con el Sporting de Portugal, equipo con el que no renovó, y quedó fuera de algunas competiciones con el conjunto patrio. Pero a pesar de que el panorama no era el mejor, las cosas para Venegas cambiaron después de esa operación.

“Luego todo fue muy positivo y yo dije si me voy a operar, tengo que hacerlo al 100 y me tengo que volver a motivar porque esto es lo que yo amo. Fueron nueve meses de mucho trabajo, no solamente se trataba de motivación, sino que emocionalmente me venía abajo porque quería jugar y me sentía muy limitada, pero gracias a Dios acabó el proceso y todo salió muy bien”, detalló la atacante.
Nueva oportunidad. El club que le abrió las puertas para volver fue el Saprissa Fútbol Femenino, equipo que considera como su hogar, inició los entrenamiento con las moradas y esperó dos semanas por la inscripción al torneo nacional. Así fue como el pasado domingo, en el Estadio Nicolás Macís de Escazú, volvió a pisar el terreno de juego.
"No estaba presupuestado que jugara porque la cancha era muy dura, pero la entrenadora me preguntó si quería jugar. Durante todo el partido con el uniforme y los tacos puestos dije ‘sí, yo quiero’. Tuve 15 minutos y me sentí muy bien, todo el segundo tiempo antes de entrar estuve muy ansiosa porque fueron diez meses en los que no había jugado fútbol, los minutos que jugué lo único que hacía era estar feliz y agradecida con Dios y la vida por permitirme hacer lo que amo otra vez”, explicó.
Venegas ha disputado dos mundiales menores, el Sub-17 de Nueva Zelanda 2008 y el Sub-20 de Alemania 2010. Además, el mundial mayor Canadá 2015 y ahora espera retomar su nivel de juego con el primer objetivo de ser campeona con el Saprissa y con miras a volver a Europa y ser tomada nuevamente en cuenta con la Selección Nacional.