¿Cómo no recordar el olfato goleador del delantero boliviano Carlos El Caballo Saucedo? El delantero es muy recordado por el saprissismo, pues fue pieza clave en la obtención del histórico título 30 del Saprissa, club con el que fue bicampeón en el 2014.
A sus 40 años, el ariete sigue activo con el Royal Pari de Bolivia y también se mantiene como goleador.
Saucedo atendió a La Nación para recordar esa final histórico ganada a la Liga en una noche lluviosa en Tibás y también para contar cómo sigue siendo letal en el área a sus 40 años.

Antes de preguntarle por Saprissa y su paso por Costa Rica, ¿cómo está su país con la crisis sanitaria producida por la covid?
Estamos, como en muchas partes del mundo y como he leído que está Costa Rica, con algunas reestricciones; se ha paralizado todo acá.
Y en el plano deportivo, el fútbol, por ejemplo...
Se vararon los entrenamientos, estamos entrenando de manera virtual la parte física, pero está complicado. No tenemos tantos casos de covid-19 como Ecuador o España, está controlarlo.
Ahora sí, ¿qué recuerda de su paso por Saprissa?
Para mí es un lindo recuerdo. Me han llamado muchos amigos de Costa Rica, excompañeros y demás, en estos días porque me comentaron que una televisora retransmitió esa final en estos días. Todos me hablan del partido en que ganamos la 30.
¿Qué significó ese cetro para usted en lo personal?
Para mí fue muy significativo, algo importante porque era un título de las más esperados y ansiados por la afición, jugadores y dirigencia. Yo venía de afuera y sabía que habían pasado varios años sin alegrías. Ese año obtuvimos dos, pero esa final nunca me la voy a olvidar. Fue muy lindo poder llegar a Costa Rica, jugar en Saprissa y salir campeón.

Ese campeonato es muy recordado por la afición, ¿cómo vivió esa final en el campo?
La verdad que recuerdo todo muy bien. Desde que llegamos al estadio, me acuerdo que había mucha gente afuera, avanzábamos muy poco, el autobús se tuvo que detener varias veces. En el camerino y calentamiento, el estadio se movía, ustedes saben que la gradería se mueve mucho, ese día el estadio tembló.
“La entrada a la cancha fue increíble, me recuerdo del trámite del partido y cómo hicimos todo lo posible para ganarlo. Fue una final muy dura y bien trabajado. En ese momento el que cometía un error perdía el partido y ellos lo hicieron al quedarse con 10 hombres (la expulsión de Jonathan McDonald) y claro... ¿cómo olvidar el cabezazo de Hanzell Arauz?”.
¿Qué aportó Saucedo en ese vestuario?
Salí bicampeón con el Saprissa en esos años. Recuerdo muy bien que cuando yo llegué a Costa Rica me dijeron que habían llegado muchos extranjeros y no encajaban en el equipo, entonces me propuse ser yo el que sí lo hiciera. Es muy difícil para uno, mucho más uno como es extranjero. Creo que ese grupo que había era una familia. Era uno de los camerinos más sanos en los que había estado en mi carrera.
Hablando de ese camerino, ¿cómo lo manejó el técnico Rónald González, por esos años había mucha presión en el equipo por no salir campeones?
El técnico Rónald González lo supo manejar muy bien. Todos se sentían importantes. No había esa envidia ni celos entre compañeros. Eso facilitó poder salir campeones y en el otro torneo seguir con esa racha. Teníamos un gran equipo. Luego varios salieron al extranjero, pero el entrenador lo tenía muy bien controlado todo.

¿Mantiene contacto con algún compañero de ese Saprissa?
Sí, te puedo decir que con la mayoría, tengo contacto con Heiner Mora, con Ariel Rodríguez, Daniel Colindres, Michael Umaña, David Ramírez, Donny Grant, Kevin Briceño, con la mayoría... luego me olvido de alguno. Por ejemplo con el portero Danny Carvajal tengo contacto y él está en Japón. Con Marvin Angulo, no se perdió la amistad. Era un grupo muy lindo. Era como una familia.
Usted salió de Costa Rica, pero siguió metiendo goles... ¿cómo califica su carrera luego de su paso por Costa Rica?
Salí de Costa Rica y volví a Bolivia, estuve en varios equipos de aquí, he salido campeón y también como máximo goleador en reiteradas ocasiones. Me siento muy feliz y muy complacido. He salido cuatro veces goleador del torneo, dos veces máximo goleador de Suramérica y dos veces máximo goleador del año. El año pasado cerré como máximo artillero del año, máximo goleador de Suramérica y cuarto goleador del mundo. Luego de mi retorno convertí más de 100 goles, por ahí algunos pensaron que me podía haber acabado, pero me ha ido muy bien.
¿Cómo está activo un goleador de 40 años?
Lo que yo siempre digo, en el fútbol no hay muchos secretos, se trata de trabajo, exigirse al máximo y obviamente una de las cosas más importantes y quizás los jugadores no le dan mucha importancia: el cuido personal después de los entrenamientos y partidos.
“Yo llevo una vida ordenada, trato de llevar una vida lo más profesional que se pueda. No tengo vicios. Me alimento bien. Llego una hora antes de los entrenamientos a realizar ejercicios funcionales y de fortalecimiento y quizás los jóvenes no lo ven bien, pero en un futuro ayuda mucho. No ser indisciplinado, me ha llevado a donde estoy, no hay secretos”.
