El delantero Allan Alemán no continuará con Saprissa, una decisión tomada ayer entre el jugador y el vicepresidente de futbol morado, Jorge Alarcón.
Un contrato del artillero con el empresario italiano Matteo Quintavalle frustró las negociaciones para que Alemán continuara con el club tibaseño.
Por otra parte, Alarcón confirmó al mediodía que el volante creativo Walter Paté Centeno renovó su vinculación con el equipo morado por tres temporadas.
“Nos pusimos de acuerdo en cinco minutos y firmamos el respectivo contrato”, aseveró el dirigente, quien como es costumbre en estos casos, se negó a divulgar el monto que recibirá el mediocampista por concepto de salario y otras ganancias.
Conflicto. Según explicó Alarcón, el contrato entre Alemán y Quintavalle no es aceptado por Saprissa, en especial porque el italiano no está autorizado por la FIFA para negociar con jugadores.
“Saprissa solo se sienta a hablar con agentes oficiales de FIFA y el señor Quintavalle no lo es”.
Agregó que otro aspecto que propició el rompimiento de negociaciones es que si Alemán es vendido a un equipo extranjero, Quintavalle recibiría el 50 por ciento de la ganancia.
“No vamos a aceptar esto, pues en el Saprissa tenemos como regla que el jugador (no el empresario) recibe lo más el 25 por ciento de una transferencia. ¿Cómo le explico a los demás jugadores que ellos recibirán un monto y Allan otro?”.
Alemán aceptó el vínculo con Quintavalle. “Como ficha, me pagó $85.000 (¢44 millones) de la casa y $90.000 (¢46,6 millones) del carro. Me contrató por nueve años y me canceló un año por adelantado”.
Aunque tenía otras ofertas para jugar la próxima temporada, entre ellas una de Dinamarca, ayer Quintavalle dijo que irá a Puntarenas.
Ante la posibilidad de que se quedara sin club, dijo que no le preocupa. “Para pagar la casa y el carro necesitaría 20 años y ahora los tengo libres. Además, ganaré el triple de Saprissa y me pagaron un año por adelantado”.
Sostuvo que si bien el que paga su ficha y salario es Quintavalle, el agente de FIFA que firmó el contrato es el también italiano Silvio Trevisán, uno de los dueños del equipo Brujas de Escazú.
“Si se va a vencer el período de inscripción y no tengo equipo, pues me inscribe Brujas y listo”, dijo.
Sostuvo que no le preocupa quedarse sin jugar. “Quintavalle me respetará lo pactado, aunque tenga que hacer ‘series’ en su casa”.
Alemán, de 23 años, 1,64 metros y 60 kilos, es uno de los jugadores saprissistas a los que se les venció el contrato al finalizar la temporada 2006-2007 el domingo anterior, cuando los morados se alzaron con el bicampeonato nacional.