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Alajuelense y Mauricio Vargas no duraron mucho para ponerse de acuerdo y firmar la renovación del contrato.
Su vínculo con los manudos se acababa al terminar este torneo, pero los rojinegros se aseguraron continuar con sus servicios hasta diciembre del 2020, con la posibilidad de extenderlo por un año más, según informó la oficina de prensa de la Liga.
En el caso de los otros porteros, a Patrick Pemberton se le acaba el contrato en diciembre y Adonis Pineda está firmado con la Liga hasta junio del 2020.
“La decisión de renovar a Mauricio Vargas es producto de un análisis de la comisión técnica, cuerpo técnico y la opinión que uno como gerente deportivo puede emitir. El portero tuvo un buen nivel en la pretemporada y su biotipo será de provecho para la institución”, expresó el gerente deportivo de Alajuelense, Javier Delgado.
El guardameta de 25 años y que llegó a la Liga en 2016 se ha armado de paciencia, con la ilusión de que le llegue su momento.
“Muy contento, trabajo fuerte y he tenido paciencia. Aprendo todos los días con mis compañeros y con el profesor Wardy Alfaro. Ser parte de La Liga es un objetivo cumplido y ahora tengo que esforzarme más”, comentó Vargas.
Durante la pretemporada de la Liga, Vargas atajó en un amistoso contra Cartaginés y pese a que tenía mucho tiempo de no jugar, se vio bien en las alturas, por abajo y con buenos reflejos.
Aquel día mencionó que eso lo era lo que estaba esperando, una oportunidad, lo que fuera, de cinco, diez minutos o un partido entero.
En ese partido comprendió que estaba más cerca de cosechar los frutos de tanto esfuerzo y atajó de nuevo en Honduras, contra el Olimpia.
Para los integrantes de la comisión técnica de los manudos, el biotipo de Vargas resulta muy bueno, aparte de que medir 1,88 metros es una gran ventaja.
“Ahora tengo que esperar la oportunidad para cuando el cuerpo técnico lo decida”, indicó el cuidapalos en el programa radiofónico Corazón Manudo.
En ese mismo espacio apuntó que para él es circunstancial el hecho de que la Liga tenga dos juegos perdidos como local.
“Tal vez al estar en casa se quieren hacer cosas extra y estamos cometiendo algunos errorcitos. Ahora vienen dos partidos de visita en los que tenemos que encaminarnos hacia lo que queremos para venir fuertes a jugar contra Saprissa en casa”.
Vargas también dijo que él respalda a su compañero Patrick Pemberton, quien ha recibido críticas en los últimos juegos, por algunos goles en los que pudo hacer más.
“Desde que llegué ya estaban Adonis y Patrick y una identidad era el grupo de porteros. Trabajamos honestamente, si tenemos que empujar al compañero porque algo ha pasado, por algún error o por cualquier circunstancia no le damos la espalda. Al final, uno quiere el beneficio del grupo y el que está mejor es el que va a jugar”, indicó.
Y agregó: “Cuando uno está en este caso de segundo, uno apoya para que cuando se vuelque la situación, sentir el apoyo de los compañeros”.
El guardameta sabe que hay presión, porque para el liguista el título ya es necesario, pero también señala que no puede ser una obsesión.
“Yo creo que el objetivo tiene que estar presente ahí siempre, no lo veo tanto como el número en sí de que es la 30, porque si estuviéramos 30 sería igual pero por la 31, entonces es algo que es parte de esta institución, estamos en una institución ganadora, que le gusta ganar campeonatos y en este caso estamos en 29, buscando la 30”.
Vargas tiene la motivación al tope y la renovación de contrato es un aliciente para el hombre que podría ser el domingo el arquero estelar de los rojinegros en Limón.
