“Era importante ganar los (tres) puntos esta noche. Lograr tres frente al actual vicecampeón de Europa no era algo fácil, sobre todo en el primer tiempo, pero mis jugadores estuvieron formidables”, se congratuló el entrenador italiano Claudio Ranieri.
Los pupilos del holandés Louis Van Gaal se pusieron adelante en el primer tiempo con un doblete del internacional alemán de origen español Mario Gómez (33’ y 39’), el segundo aprovechando un grueso error defensivo.
Así llegaron al descanso de un duelo que, parecía, se perfilaba como un triunfo del equipo con mejor andadura en la llave en lo que va de la instancia de dieciseisavos de final.
Sin embargo, a poco de iniciada la segunda parte, Marco Borriello puso el descuento en el marcador (1-2, minuto 49), a pase del argentino Martín Demichellis, y ya en la recta final Daniele De Rossi empató en el minuto 81, bien habilitado por el noruego John-Arne Riise.
Y, para la locura de la mayoría de los 40.000 espectadores presentes, en el 84’ el árbitro español Alberto Undiano Mallenco señaló un penal por falta del arquero Thomas Kraft contra Borriello, que ejecutó Francesco Rossi para poner el 3-2 definitivo en el tablero electrónico.
Con este resultado, el equipo dirigido por Ranieri sigue como escolta de su rival con 9 puntos, 3 menos que éste, y con un pie en los octavos, dependiendo de lo que haga en la última fecha en Cluj, Rumania, cuyo equipo ya está eliminado, mientras que difícilmente el Basilea suizo (3º) pueda con los bávaros.