Copenhague. EFE El F. C. Copenhague afronta hoy la oportunidad de su vida contra el Panathinaikos, pues un triunfo ante un rival que nada se juega, pues es último del Grupo D, le convertiría en el primer equipo danés que supera la fase de grupos de la Liga de Campeones .
El campeón de Dinamarca depende de sí mismo frente a un rival que ya no se juega nada, aunque podría bastarle con un empate o incluso una derrota, dependiendo de lo que el Rubin Kazan haga en el Camp Nou contra un Barça que ya se ha asegurado la primera plaza.
El FCK (como se le conoce en Dinamarca por sus siglas en danés) llega a la última jornada con siete puntos, uno más que los rusos y con la diferencia de goles particular y general empatada.
Entrar entre los 16 mejores de Europa sería además un éxito sin precedentes para un equipo con el que nadie contaba en las apuestas y que pese a su mejoría económica y deportiva en los últimos años, solo ha disputado dos veces la fase de grupos y tiene como mayor logro llegar a dieciseisavos en la extinta Copa de la UEFA.
Pero después de una sobresaliente actuación, incluyendo una victoria a domicilio en Atenas y un empate en casa contra el Barcelona, no quedar segundos sería visto como una decepción enorme.
“Si no lo logramos sería una lástima y nos iríamos de vacaciones con un sabor muy amargo en la boca. Sería llevarse una última impresión insoportable en una bonita temporada”, explicó el capitán del equipo William Kvist.
El campeón danés volvió a realizar el domingo una nueva demostración de poderío en el torneo casero, tras derrotar al Esbjerg suma 51 puntos antes del parón invernal, con 16 victorias en 19 partidos, un récord histórico que lo deja primero con 19 puntos de ventaja y medio título de liga en el bolsillo.
Frente al momento de esplendor que vive el Copenhague, el Panathinaikos vive en la depresión, al menos en Europa.
El equipo no se juega más que la honra: es último con dos puntos, en una actuación desastrosa que lo ha dejado sin opciones siquiera de luchar por meterse en la Liga Europa e incapaz de ganar un solo juego.