Jugar a lo que algunos llaman “feo” y hacerlo bien no es fácil. Es todo un arte.
Lo hizo Suiza al punto de fastidiar a Brasil, llenar de ansiedad a su fanaticada y prolongar el 0 a 0 hasta el minuto 82. No basta con meter el bus atrás, como decimos en broma y con cierto menosprecio sobre los planteamientos defensivos que soportan a un rival abismalmente superior.
Mucho depende también de quién lo aplique: sería imperdonable en Brasil, Alemania, España, Francia, Argentina o Inglaterra. Más allá de que todo equipo, hasta uno grande, necesita resguardarse en algunos momentos, sería digno de la hoguera quien juegue los 90 minutos replegado con jugadores como Messi, Mbappé, Cristiano, Vinícius, Neymar, Keane o esos egoístas del balón a lo Gavi, Pedri, Olmo y Asensio. No, a ellos no les está permitida semejante aberración.
A Suiza sí, por qué no, si juega contra Brasil. A Costa Rica contra Alemania, por supuesto. Sin duda, sin pena, sin sonrojo, sin rodeos, sin excusas. Jugamos metidos atrás en Italia 90 y los jugadores volvieron al país como héroes. Lo fueron.
Ni siquiera en Brasil 2014, la Sele tuvo más la pelota que sus rivales, pero nadie se acordará de los porcentajes de posesión de balón.
También pasamos metidos atrás contra Brasil en Rusia 2018 y si usted no recuerda ese partido como uno de los grandes planteamientos de Costa Rica en mundiales, se debe exclusivamente a dos factores: los dos goles en tiempo de reposición de Coutinho (91′) y Neymar (97′) y una dosis de mezquindad para reconocerle a la Selección de Óscar Ramírez su buen oficio defensivo. Ya hubiésemos deseado un planteamiento semejante en lugar del 7 a 0 ante España, aunque tampoco extraña que los ticos perdiéramos la perspectiva en aquel momento; con Brasil 2014 como antecedente, cualquier cosa menos que hazaña era decepción, como si siempre se lograra superar la primera ronda.
Es ahí donde jugar feo, pero bien, comienza a ser una difícil tarea. Para hacerlo se necesitan ubicarse, tener los pies sobre la tierra, reconocer las limitaciones, hacer un plan acorde y no creerse candidato a campeón del mundo cuando la pelota será del rival y los remates a favor escasearán (Costa Rica suma tres directos en dos juegos y ningún tiro de esquina).
Jugar a lo que no se debe, solo depara goleadas o eliminaciones prematuras. En un Mundial, equipos como Brasil, se defienden atacando (en dos juegos no ha recibido ningún remate directo en contra). Equipos como Costa Rica, se defienden defendiendo.
Después de todo, tampoco es nada fácil jugar feo y sacar el resultado. Se necesita un gran planteamiento táctico. Se necesita mucha concentración para seguirlo. Se necesita un gran despliegue físico para correr detrás de los rivales y de la pelota. Se necesita mucha paciecia y valentía para trabajar unas cuantas opciones a favor. Se necesita fe y eficacia para que en una opción de gol se logre la hazaña. No es fácil, pero es lo que toca ante Alemania.
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El técnico de la Selección de Costa Rica, Luis Fernando Suárez, destacó el cambio de actitud de los jugadores ante Japón. Contra Alemania se requiere duplicar la dósis.