El campeonato de voleibol de Primera División quedó sin mayor misterio para sus últimas jornadas, tanto en masculino como en femenino.
En mujeres, el sexteto de Desamparados solo necesita presentarse mañana a su gimnasio municipal, a las 8 p. m., para coronarse campeón.
Las desamparadeñas se medirán ese día ante Universidad de Costa Rica-San José, en su último partido de la segunda fase.
Desamparados tiene 10 puntos en cinco fechas, pues ha ganado todos los partidos, y su rival más inmediato, Santa Bárbara, cuenta con ocho unidades. Por ello, con solo presentarse, las del cantón del sur sumarán un punto más y serán las nuevas monarcas.
A diferencia del futbol, en deportes como el voleibol y el baloncesto los equipos que pierden reciben un punto.
Desampa ya había ganado la primera fase del torneo, por lo que al ganar esta segunda ronda evitó una serie final.
El cuadro desamparadeño sucederá en el trono a Zapote, que desapareció esta temporada.
No obstante, las zapoteñas “heredaron” varias de sus figuras al conjunto sureño, como Xinia Alvarado y las hermanas Ángela y Verania Willis, además del técnico, Braulio Godínez.
“Ha sido el campeonato más trabajado desde el punto de vista táctico. Integramos algunas jugadoras del juvenil y logramos imponernos con la misma solvencia con que ganaba Zapote”, indicó el entrenador Godínez.
Varones
En hombres, el partido clave se jugará el domingo. Ese día, a las 3 p. m., Río Grande, líder de la cuadrangular de la segunda ronda, recibirá a Ulacit-Atenas, que marcha en segundo puesto.
Si Río Grande gana, solo necesitará presentarse a su último partido, la próxima semana ante UCR-San José, para convertirse en el campeón.
Si gana Ulacit-Atenas, el panorama no varía mucho: Río Grande –un equipo de veteranos– solo necesitaría derrotar a la UCR para festejar el título. Dada la superioridad de aquellos durante toda la temporada, parece muy difícil que no puedan ganar al menos uno de los dos juegos que faltan.