La caravana del rally París-Dakar 2003 entró en África por Túnez, por cuyo territorio discurrirá hoy la cuarta etapa, que llevará a los participantes hasta Tozeour, la puerta del desierto.
Motocicletas, coches y camiones tuvieron que embarcarse en Valencia con destino a la capital tunecina, punto de partida del verdadero raid, con una etapa de 463 kilómetros, 25 de ellos cronometrados. Será la especial más corta hasta la meta.
Los competidores, que desfilarán a primera hora por las calles de Túnez, tendrán que cubrir en la primera parte de la especial unas pistas sinuosas y onduladas, entre colinas y bosques de pinos.
Paulatinamente, el recorrido se vuelve más ancho y polvoriento en una sucesión de valles, zona en la que los pilotos podrán lanzarse al máximo. Será como un precalentamiento para lo que les queda por delante.
Tozeur es uno de los oasis más conocidos del mundo y está irrigado por 200 fuentes. Tiene un palmeral de más de 1.000 hectáreas, con más de 400.000 árboles.
Será, pues, el punto de partida de la auténtica vigésima quinta edición del Dakar, en el que intentarán confirmar sus lideratos los franceses Stephane Peterhansel (Mitsubishi), en coches, y Richard Sainct (KTM), en motos.
Peterhansel, séxtuple vencedor en motos, se presenta con 29 segundos de ventaja sobre el japonés Hiroshi Masuoka (Mitsubishi Pajero Evo), último ganador, en coches, mientras que Sainct, ganador en 1999 y 2000, con diez respecto al surafricano Alfie Cox (KTM), quien cumplirá 40 años el lunes y quiere celebrarlo con una actuación destacada.
Entre los españoles, los mejores colocados son Marc Coma (KTM) y Joan Romá (KTM), cuarto y quinto de la general de motos a 57 segundos y 1:17, respectivamente, y sus ilusiones son grandes, por lo que, como el resto de compañeros, han tratado de recargar las baterías en el barco para afrontar con más garantías los 7.600 kilómetros que hay por delante de duro desierto, lo mismo que el italiano Fabrizio Meoni, vencedor los dos últimos años, que se presenta en Túnez en la sexta posición a 1:48.
Romá, que tratará en esta edición de romper de una vez con su maleficio en el Dakar, no ha forzado la máquina en las jornadas francesa y españolas, porque su intención era evitar sustos inoportunos y llegar en buenas condiciones ya que, opina, “ahora empieza la carrera de verdad”.
José María Serviá (Schlesser-Ford) es, como estaba previsto, el que más opciones tiene de luchar en los primeros puestos. De momento ha solventado las primeras jornadas y ha viajado desde la undécima posición, a 2:48 del líder.
Hoy será, por tanto, un avance de las emociones fuertes que comenzarán con la quinta etapa, entre Tozeur y El Borma, de 494 km. Las diferencias entre los favoritos pueden abrirse pues, hasta ahora, son casi inapreciables.