Nueva York. El cuerpo de Ted Williams, el mejor bateador de la historia del beisbol, se convirtió desde hace dos días en el objeto de una macabra controversia.
Williams murió el pasado viernes de un paro cardíaco a la venerable edad de 83 años, después de haber entusiasmado durante décadas a los aficionados del deporte rey en Estados Unidos.
Pero, su desaparición resultó ser algo más que literal.
La misma noche de la muerte, su hijastro, John Henry Williams, al parecer, robó el cadáver de su famoso padre y mandó congelarlo en un centro criogénico con el propósito de vender su ADN.
El asunto está en los tribunales de justicia de Florida.
Será esta instancia la que decidirá el destino final de los restos de Williams, el último pelotero de la Gran Carpa en batear para arriba de .400 en una sola temporada (en 1941, .406)
"Mi padre está en un cilindro de metal cabeza abajo, tan congelado que si pudiera tocarlo se rompería en pedazos por el mero calor de mi mano.
"Eso me pone enferma tan solo de pensarlo", expresó el jueves a un diario de Arizona Bobby-Jo Ferrell, la otra hija de Williams.
Bobby-Jo fue quien destapó todo el escándalo y denunció a su hermanastro, para recuperar los restos de su padre.
La idea
La primogénita del mítico bateador de los Medias Rojas de Boston aseguró que John le propuso la idea hace un año y que ella la rechazó horrorizada.
"Él me dijo: ëSería interesante si pudiéramos resucitar a papá dentro de 50 años.
"¿Y, si pudiéramos vender su ADN? Podría haber pequeños ëTed Williams por todo el mundoí, me comentó en aquella oportunidad", expresó el jueves Bobby-Jo .
La hija mayor de Williams desea incinerarlo y dispersar sus cenizas por los cayos de Florida.
"A él le gustaba tanto pescar ahí. Ese habría sido, de verdad su último deseo", agregó Bobby-Jo .
En realidad, la historia es bastante siniestra. Al parecer, el pasado viernes por la noche, John Henry Williams, sin comentarlo a nadie, robó el cuerpo de su padre recién fallecido de una funeraria de Florida.
De seguido, lo mandó por avión a un centro criogénico de Arizona, la Fundación Alcor para Prolongar la Vida.
"Mi padre no quería ceremonias", fue lo único que dijo entonces el hijo para justificar la ausencia de funeral.
La Fundación Alcor lleva desde 1972 congelando cadáveres para, eventualmente, resucitarlos cuando la ciencia lo permita.
Sin embargo, no confirmó si Williams es su nuevo inquilino..., pero tampo lo negó.
El costo de la criogenización de todo el cuerpo es de $120.000 (unos ¢43 millones).