
La ausencia de tensión competitiva y el exceso de experimentos caracterizaron los duelos internacionales amistosos, algunos de ellos alentados por el renombre de sus protagonistas.
La excepción a la regla fue Italia, que doblegó a Rusia (2-0) con la puesta en escena de jóvenes futbolistas y sin Alessandro del Piero ni Antonio Cassano, entre otros. La selección azzurra superó a un rival que ofreció un rendimiento desdibujado. Gilardino y Barone firmaron su victoria.
Alentador fue el duelo entre dos históricos: Alemania y Argentina (2-2), un enfrentamiento que recordó envites grandiosos de la historia del futbol.
Hernán Crespo, autor de los goles albicelestes, el último a nueve minutos del final, evitó la victoria de los anfitriones, que se adelantaron dos veces: la primera por parte de Thorsten Frings y la segunda por Kevin Kuranyi.
Menos fructífero y espectacular resultaron Inglaterra-Holanda y Francia-Suecia.
Los primeros, con David Beckham y Michael Owen, culminaron el compromiso con una igualada sin goles.
Con su casaca blanca y negra, en lugar de la clásica color naranja, los holandeses dirigidos por el exinternacional Marco van Basten se lanzaron al ataque, con un equipo joven y sin experiencia.
Los ingleses se hicieron con el dominio de la pelota, pero el campo de juego atentó contra el espectáculo, que fue triste y aburrido.
Sí es seguro que los dos equipos que lideran sus respectivos grupos en las eliminatorias para el Mundial 2006 de Alemania, no sacaron muchas conclusiones positivas del juego.
Francia, por su parte, necesitaba de buenas noticias para reencontrarse con sí misma ante un contrario que la tuvo amenazada durante muchos minutos.
Suecia se adelantó en el marcador por medio de Ljungberg, pero Trezeguet solventó el desaguisado con el gol del empate.
Peor fue el revés que encajó Portugal, que perdió frente a Irlanda (1-0) en Dublín. Mientras, la República Checa apabulló a Eslovenia a domicilio (0-3).
El duelo amistoso más madrugador fue el que enfrentó a Hong Kong con Brasil.
Los pentacampeones apabullaron con un contundente 1-7, con dos tantos de Ricardo Oliveira, y uno más de Lucio, Roberto Carlos, Ronaldinho, Robinho y Alex (de penal). El tanto local fue obra de Lee Sze Ming.