Francisco Maturana es sinónimo de futbol. Su verbo florido y su experiencia -que incluye dos mundiales- lo han convertido en uno de los entrenadores más reputados del orbe.
Y es por ello que el técnico colombiano sedujo los ojos de jugadores costarricenses que no están en el país, pero que siguen con fidelidad los pasos de la Selección.
Luis Marín, Rolando Fonseca, Mauricio Solís y Jafet Soto son solo el reflejo del embelesamiento que viven los jugadores costarricenses con el entrenador, tanto aquellos que militan en equipos nacionales como los que han conseguido colocarse en el extranjero.
"La presencia de Maturana da seriedad y respeto al proceso rumbo a Mundial de 2002", dijo ayer Marín, zaguero de la Universidad de San Carlos en el campeonato chapín.
"Se trata de una persona que conoce de futbol, pero lo importante es que el futbol internacional lo conoce a él y esto abre muchas puertas".
Solís, jugador de Comunicaciones, campeón de Guatemala, explicó que cada llamada de Pacho provoca en él un gran regocijo.
"Es un premio muy esperado por lo que uno aprende al estar al lado de un técnico tan renombrado. Incluso, en Guatemala la prensa ha dedicado muchos espacios para hablar del proceso Maturana en Costa Rica".
El exherediano piensa que la personalidad del técnico influye en el ánimo de los jugadores. "Por su jerarquía y sus laureles, nos motiva a estar aquí y es un aliciente más para llenarnos de positivismo".
Jafet Soto, por su parte, siente que Maturana infunde un halo de seriedad a lo que hace la Tricolor. "Su renombre nos ayuda a nosotros, pero también al deporte costarricense porque ahora se habla de Costa Rica en todas partes".
Reynaldo Parks tiene cinco años no ser llamado al plantel nacional pero sus dos últimas buenas campañas con los Tecos de México forzó el reencuentro.
"Los diarios mexicanos hablan mucho de Maturana en Costa Rica y eso, para mí, es un orgullo adicional, por volver a la Selección bajo el mando de un técnico con estas condiciones".
Rolando Fonseca, compañero de Solís en el Comunicaciones, rescató que el entrenador pretende darle "una identidad propia a la Selección".
"Vemos que este proceso se desarrolla con seriedad, con anticipación y en coordinación entre Federación y equipos. Nos sentimos más respaldados en la idea de volver a creer en nuestra selección".
Ausencias
La práctica de ayer, efectuada en el Estadio Nacional, no contó con la presencia de tres de los 18 jugadores llamados. Dos de ellos quedaron fuera por lesión, ocasionadas el domingo anterior, y el tercero aún no había llegado de una prueba en Alemania.
Se trata del lateral derecho alajuelense, Austin Berry, del volante de llegada herediano, Johnny Murillo, y del delantero saprissista Gérald Drummond.
Según constató el médico de la Tricolor, Willie Gálvez, Berry presentó un esguince del ligamento colateral interno en la rodilla derecha, por lo que le prescribió ocho días de incapacidad.
Murillo presentó un desgarro del músculo isquiotibial derecho, razón por la cual también quedó ocho días fuera de toda actividad física.
Drummond viajó a Alemania -junto con el seleccionado juvenil, Máinor Díaz y el jugador sin equipo, Douglas Sequeira-, para realizar una prueba con el equipo Karlsruhe de la segunda división de ese país europeo.
El cuerpo técnico espera que Drummond se presentara anoche a la concentración del representativo en el hotel Irazú, o en su defecto, llegue hoy a las prácticas, a las 9 a. m. en el Estadio Nacional, y a las 3 p. m., en el Saprissa.