"Cada entrenador tiene su opinión, es normal. Pero en esta separación me faltaron al respeto. Creo que me merecía algo mejor. Habría preferido que el entrenador viniera a hablar conmigo primero, antes de tomar una decisión", declaró, sin pronunciar en ningún momento el nombre del holandés.
"Soy campeón del mundo (en 2002), gané dos Copas de las Confederaciones y fui nombrado mejor defensor de la Bundesliga. No creo que tuviera que darle aún más pruebas de mis cualidades", añadió.
Al comenzar la pretemporada, Louis van Gaal dejó claro que Lucio no era titular indiscutible para la próxima temporada en el Bayern, en cuya zaga la competencia era enorme.
El capitán de Brasil, de 31 años, firmó después por tres temporadas con el Inter, por unos 8 millones de euros. "Si todo va como yo quiero en Milán, terminaré mi carrera en Italia", predijo el brasileño.