Faltaban nueve segundos para el final, el gimnasio de la escuela Paraguay de Hatillo estaba a reventar y el marcador igualado en 40 puntos. Luciano Riggioni, de escasos 12 años, parado frente al tablero, detrás de la línea de tiro libre, soportando la presión de un público eufórico.
Con el 14 en la espalda, este jugador de la escuela Calasanz de San José era el responsable de decidir el juego, en el que su equipo disputaba el título de baloncesto -categoría B- de los Juegos Deportivos Estudiantiles, frente a la escuela Pedro Murillo, ubicada en Barva de Heredia.
El partido, jugado a las 8:30 p. m. del viernes anterior, cerraba una jornada en la que una hora antes las menores del Metodista consiguieron el título ante las de la escuela Cubujuquí, de Heredia.
Riggioni le dio la ventaja a los josefinos con solo su primer disparo. 41 a 40. En el segundo falló. Sus rivales tomaron el rebote y avanzaron hasta el tablero contrario, pero no anotaron y el partido se acabó.
Luciano, con su punto número 17 de la noche, culminó la jornada como la figura más destacada.
Pura disciplina
"Lo de hoy (sábado) es gracias a la disciplina que estos muchachos ponen desde el momento en que llegan a entrenar, hasta las buenas notas que deben llevar para que sus padres los dejen jugar", dijo Julieta Calderón, entrenadora de Calasanz.
Calderón, quien es profesora de educación física de dicha institución desde hace 25 años, comentó que su misión consiste en disciplinar toda la energía juvenil de estos niños, ubicados entre los 11 y 12 años.
"No preciso hace cuánto no éramos campeones, pero por dicha hoy (sábado) lo conseguimos, y se lo quiero dedicar a ellos (jugadores), que pusieron todo en la cancha, aún cuando estábamos perdiendo."
La entrenadora se refiere a los dos primeros cuartos del encuentro, en los que la escuela Pedro Murillo ganaba 14-5 y 24-17, respectivamente.
Al entrar el tercer periodo ingresó Riggioni, y le dio a Calasanz 17 puntos de su mejor baloncesto, además de rebotes, penetraciones, buen pique, pases de lujo y tiros desde la línea.
"Juego basket desde hace tres años y me gustaría, algún día, sacar una beca para estudiar y practicarlo fuera del país", expresó el menor.
Con la llegada del número 14, estudiante de sexto grado, Calasanz dominó las acciones y las barras, ensordecedoras, lo amaron y lo repudiaron.
"Aquí todos somos ganadores; estoy muy feliz porque es mi primer título nacional", agregó Luciano.
En la rama femenina, las del Metodista vencieron por 20-16 a Cubujuquí, destacando el juego de conjunto capitalino, ante dos o tres figuras florenses.
El baloncesto es una de las 12 disciplinas que componen el programa, el cual se disputa durante todo el año. Faltan por definir los monarcas en el baloncesto categoría C (menores de 15 años) y la gimnasia.