Los artificieros que desactivaron la bomba no se explican cómo llegó hasta allí, ya que el Estadio Olímpico, situado en lo que entonces eran las afueras de Berlín, no fue bombardeado durante la II Guerra Mundial.
El Estadio Olímpico, construido para los Juegos de 1936, es actualmente el mayor de Alemania y está siendo restaurado para acoger algunos de los principales partidos del Mundial de Futbol de 2006.
Las obras, que costarán unos 242 millones de euros, deberán estar terminadas para el año 2004.
Pese a estos trabajos, el amplio estadio sigue acogiendo competiciones deportivas, en particular los partidos del Hertha Berlín del que es el campo. De hecho, el equipo estuvo entrenándose hoy en el estadio sin problemas.
No obstante, los artificieros cerraron un área de 300 metros mientras desactivaban la bomba, tarea que resultó dificultosa debido a un problema con el detonador.
La bomba, un artefacto de 250 kilos de fabricación británica, fue encontrada entre la tribuna principal del estadio y la llamada Puerta del Maratón, donde cayó seguramente debido a algún problemas técnicos del avión que la transportaba, ya que la zona no fue bombardeada como otros muchos barrios de Berlín.