Oporto (Portugal), 29 mar (EFE).- El futbolista Anderson Luiz de Sousa "Deco", nacido en Brasil y formado deportivamente en Portugal, debutó hoy a las órdenes de su compatriota Luiz Felipe Scolari, como jugador luso y marcó el gol de la victoria frente a la selección brasileña.
El "diamante" que el Benfica descubrió y que el Oporto pulió, es desde ahora, titular de un pasaporte luso, un gran refuerzo con el que puede contar la selección portuguesa para la Eurocopa de 2004, después de marcar el gol de la victoria y lograr que los 40.000 espectadores de las Antas se pusieran en pie coreando su nombre.
El anunciado estreno, precedido de polémica, no pudo ser más afortunado para Deco, que fue convocado para un partido en "su" estadio de Las Antas, frente a la selección brasileña, a la cual ambicionaba llegar no hace mucho tiempo, y que el año pasado ganó con Scolari el Campeonato del Mundo de Corea y Japón.
Deco, que está en Portugal hace casi seis años, no podría imaginar lo que el futuro le deparaba cuando, a los 19 años, era un brasileño más que cruzaba el Atlántico.
Hoy es considerado casi unánimemente una de las estrellas de la Liga lusa; le siguen de cerca los grandes clubes europeos y es serio candidato a ser titular en el centro del campo de la selección portuguesa, al lado de otros grandes nombres de la llamada "generación de oro" lusa, como Luis Figo y Rui Costa.
La nacionalización de Deco como portugués despertó varias críticas, incluidas las de algunos de los jugadores más influyentes del país, que obligaron a Scolari a "dar un puñetazo sobre la mesa" y recordar que quién manda es el seleccionador.
La nacionalización de Deco es en cierto modo lógica, porque a pesar de haber nacido en Brasil, fue en suelo luso donde creció como jugador, evolucionó y conquistó poco a poco el respeto y la admiración de los aficionados, que hoy se rindieron a su calidad y le demostraron su apoyo.
Los primeros pasos del "nuevo portugués" son idénticos a los de millares de niños brasileños: comenzó jugando en su barrio, pero sus cualidades innatas lo llevaron a convertirse en profesional.
Deco, que nació en Indaiatuba, en el estado de Sao Paulo, comenzó con 7 años en el Bonfim de Campinas; después fue al Guaraní, donde también jugó fútbol sala, al que se dedicó un año y medio en exclusividad, y luego se fue al Corinthians paulista, donde firmó su primer contrato como profesional.
En 1997 Deco llega al Benfica, pero no cuajó y Manuel José, entrenador a la sazón, lo cedió a su filial el Alverca, en el que los 13 goles en 32 partidos marcados por el brasileño fueron decisivos para el inédito ascenso del equipo a primera división.
Al final de esa temporada, el Benfica no consiguió llegar a un acuerdo con el jugador, que se fue al modesto Salgueiros, donde disputó diez partidos y marcó dos goles antes de que en marzo aterrizase en Oporto a tiempo de proclamarse campeón de Liga.
En las dos primeras temporadas en el Oporto, el brasileño no realizó pretemporadas completas, lo que perjudicó su rendimiento.
Pero en el campeonato 2000/01 la calidad de Deco explotó definitivamente, en 30 partidos marcó 13 goles y otros 6 en 15 encuentros de Liga de Campeones.
Con la llegada el año pasado de José Mourinho al banquillo del Oporto, Deco ganó "alas" y en la presente temporada es crucial para el equipo, líder de la Liga y que sólo tuvo una derrota, hasta el punto de comentarse que el equipo sufría una "Decodependencia".
Sin tantas obligaciones defensivas, el "genio" brasileño tiene carta blanca para crear juego.
La recompensa son los goles (lleva nueve) y especialmente las múltiples asistencias y pases de fino recorte técnico,sobre todo en el 1 contra 1, del que es un especialista y con el que hace las delicias de la afición, que no sabe cuanto tiempo podrá retenerlo. EFE
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