La gran incógnita del torneo clasificatorio del balompié femenino, que se inicia hoy en Costa Rica, es si algún equipo podrá plantarle cara a la poderosa selección de Estados Unidos.
De entrada, se da por un hecho que las norteamericanas obtendrán uno de los dos boletos a Atenas 2004.
Con Mia Hamm como estandarte –una verdadera leyenda del futbol femenino–, Estados Unidos no debería tener problemas para ratificar su amplio dominio en esta rama del balompié.
El otro tiquete estará entre Canadá, México y Costa Rica, con un claro favoritismo para las canadienses, que, sin ser una potencia como sus vecinas, aventajan en preparación y experiencia a las demás.
Los otros países del torneo, Panamá, Haití, Jamaica y Trinidad, parecen ser convidados de palo, aunque este deporte vive de las sorpresas.
El partido inaugural será México-Haití hoy a la 1 p. m. en el Estadio Nacional. Dos horas después Estados Unidos se medirá con Trinidad, en el mismo escenario, para completar la primera fecha del Grupo B.
La cuadrangular A verá acción mañana en el Estadio Eladio Robabal Cordero de Heredia, con los duelos Canadá-Jamaica (6 p. m.) y Costa Rica-Panamá (8 p. m.).
Los dos mejores de cada grupo avanzarán a semifinales, y las selecciones que triunfen en esta ronda tendrán garantizado el viaje a Atenas.
Esta es la tercera vez que el futbol de mujeres participa en las Olimpíadas.
Las dos ocasiones anteriores asistió por Concacaf Estados Unidos (campeón en Atlanta 96 y subcampeón en Sidney 2000), por lo que será la primera ocasión que vayan dos equipos del área.
Una baja
La Selección de Costa Rica recibió una mala noticia de última hora: la baja por lesión de Xinia Contreras, quien se desgarró un músculo de la pierna derecha y se perderá el torneo. En su lugar el entrenador Ricardo Rodríguez convocó a Karol Segura.
Hasta ahora, Costa Rica tiene garantizada una modesta delegación olímpica, en ciclismo, taekwondo y futbol masculino.